Lluelles se muestra indignado ante los “diferentes criterios de arbitraje” en el partido frente al Covadonga

El Balonmano Soria ya se encuentra de vuelta en la ciudad tras su encuentro de ayer, miércoles, 6 de diciembre, frente al Grupo Covadonda. Según ha asegurado el entrenador de los sorianos “fue un partido duro, sobre todo al ser entre semana”, una rutina de partidos a la que los jugadores no están acostumbrados. Además, a esto había que añadirle el viaje, el frío y la humedad que hacía en el pabellón y el cansancio acumulado al estar llegando al final de la primera vuelta.

Aún así, Lluelles asegura que se trató de un encuentro “muy parecido al de otros años, con una primera parte donde el rival jugó bien, pero que sin embargo hubo muchos fallos nuestros”. A pesar de esto, “el equipo se mostró muy solvente en todas las facetas con una defensa fuerte”.

Por otro lado, el entrenador ha querido manifestar su indignación por lo vivido ayer en el campo, pues asegura que no comprende “los diferentes criterios que vamos encontrando siempre de los árbitros. Me parece indignante que me tenga que cargar a Marcos García. Que lo tenga que sentar en el banquillo habiendo jugado alrededor de 15 minutos, cuando de normal está acostumbrado a 50, porque no le están pitando ninguna de las situaciones”.

Y, a pesar del enfado que el jugador pudo tener, Lluelles asegura que “me vi obligado” a retirarle. Así mismo, afirma que hubo “cinco faltas de ataque en contra y cero faltas en ataque a favor”, lo cual le hace preguntarse “si por ser (el Covadonga) un equipo más joven, con jugadores un poco menos hechos, tenemos que igualar la balanza de los equipos a lo que pite o deje de pitar. No lo entiendo”. A pesar de ello, prefiere centrarse en otras cosas y dirigir la preocupación del Balonmano Soria en “seguir mejorando y centrarse en los lanzamientos fallidos”.

Tras este encuentro el equipo soriano tendrá que recuperarse rápido, pues este sábado, 9 de diciembre, tienen un nuevo encuentro, en esta ocasión contra el Universidad León Ademar. Un partido que, presuponen, será “muy físico, con un ritmo siempre de ataque muy alegre” por parte del rival. Es por ello, que en estos dos días se centrarán en realizar el último entrenamiento “para ayudar a la recuperación”.