El número de incidencias vuelve a crecer en los nueve primeros meses de 2023, y a la espera de que la Junta aporte los datos definitivos de todo el año. CSIF reclama a Sanidad “la actualización del obsoleto” plan contra las agresiones al personal de Sacyl por ineficaz.
La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) exige a la Consejería de Sanidad una actualización “del ya obsoleto” plan Integral contra las agresiones al personal de la Gerencia Regional de Salud de Castilla y León de 2008, “que se ha mostrado incapaz de parar el incremento de las incidencias en Sacyl”, que suman 540 en 2023 hasta el 30 de septiembre, con 603 trabajadores de Sanidad agredidos según los datos del Observatorio de la Junta que se acaban de conocer. El 88% de estas agresiones las han sufrido mujeres, “una circunstancia alarmante que requiere una atención especial”.
Aunque el incremento de incidencias respecto a 2022 es sólo de un 0,9% (cinco más), “todavía son datos provisionales porque faltan los del cuarto trimestre, que seguramente aumentarán ese porcentaje”, apunta el responsable de Prevención de Riesgos Laborales de CSIF Castilla y León, José María Álvarez. Recuerda que en 2021 hubo 404 incidencias, en 2022 sumaron 535 y en 2023 ya van 540. Entre otras preocupaciones, advierte de la subida del 4,7% de incidencias en Atención Primaria en los nueve primeros meses de 2023.
CSIF insiste en “la urgencia” de cambiar el plan contra las agresiones al personal sanitario y de Sacyl. “Hay que mejorar la información y la formación de los trabajadores, tanto en la manera de prevenir las agresiones, como en los pasos que hay que dar para denunciar esas situaciones. Hay que simplificar y facilitar el proceso de notificación de la agresión a las fuerzas de seguridad, a las que también agradecemos su actitud y actuación, con un sistema de alerta más homogéneo”, explica José María Álvarez. “Exigimos también cambios en el acceso y funcionamiento de la asesoría jurídica, que permita una atención más rápida y eficaz al profesional, añade.
El sindicato independiente subraya la necesidad de analizar y estudiar de una manera más exhaustiva y profunda las causas de las agresiones, “para tratar de prevenirlas e impedirlas. Unos motivos que tienen que ver, preferentemente, “con la disconformidad de la atención del servicio que muestra el usuario. Una situación que tiene que hacer reaccionar a los responsables y gestores de Sacyl y de la Junta de Castilla y León”.
“No debemos olvidar que el objetivo es que no haya ninguna agresión y que el personal de Sacyl trabaje de una forma segura”. Sin embargo, estamos en una posición de meseta alta en la estadística, aparentemente estable, pero con un progresivo y constante crecimiento de incidencias. No nos podemos acostumbrar a aceptar que aumenten sin parar”, dice CSIF.
Si bien, los datos por provincias pueden variar de un año a otro, “la tendencia general es al alza. Hay que analizar por qué en las áreas de salud de Palencia o Salamanca las incidencias han aumentado un sorprendente 60% -a fecha de septiembre- según la variación 2022-2023, o en El Bierzo un 31,3%. Incrementos que en Burgos es del 18,4% o en Segovia del 6,3%. En el resto de áreas de salud las incidencias han descendido, a la espera de lo que ocurra en el cuarto trimestre del año.
Por encontrar “algo positivo”, indica CSIF, de momento hay una leve disminución del 1,8% en el número de trabajadores agredidos. En 2022 fueron 614 y a fecha de septiembre de 2023 son 603, “que sigue siendo un número intolerable”. Destaca el incremento de agresiones a los facultativos, que es de un 22%.