Disponer de recursos a nuestro alcance para tratar de aportar luz al galimatías que, en muchas ocasiones, es la etapa de la adolescencia, puede ser una importante ayuda para lograr que los jóvenes de estas edades se desarrollen y evolucionen de la forma más sana posible.
La digitalización está incorporando nuevos retos a la aventura de educar en la adolescencia. Sabemos que el uso adecuado de las herramientas digitales al alcance de los menores puede resultar muy positivo para su desarrollo, pero también existe el riesgo de realizar un mal uso de estas herramientas que desemboque en violencias muy perjudiciales para ellos y ellas.
En este sentido, educar en la adolescencia, supone un esfuerzo continuado por parte de las personas adultas que deben encontrar el equilibrio entre facilitar un uso libre de la tecnología y establecer, al mismo tiempo, ciertos límites que minimicen los riesgos que puede implicar su mal uso entre los menores.
Para ayudar a los adolescentes a comprender, detectar y prevenir los distintos tipos de violencia, Amformad, Asociación de Mujeres para la Formación y el Desarrollo, ha desarrollado la aplicación gratuita para dispositivos móviles SINVIA, disponible a través de este enlace: https://www.amformad.org/sinvia
SINVIA nace con el objetivo de ayudar a las personas de 14 años o más a aprender sobre los distintos tipos de violencia a los que pueden estar expuestos mediante juegos de pregunta-respuesta y gráficos atractivos. De esta forma, los menores van aprendiendo a reconocer los signos de la violencia en sus fases iniciales, se forman en los diferentes tipos de violencia que existen, e interiorizan comportamientos alternativos al uso de la violencia basados en el respeto y el buen trato hacia los demás.
La violencia física es fácilmente reconocible, así como un insulto o, por ejemplo, acciones de acoso escolar que sean evidentes y visibles para el resto de los compañeros y compañeras en el entorno escolar. Sin embargo, existen otras formas de violencia no tan evidentes, pero que pueden resultar muy perjudiciales para los adolescentes.
Estas violencias, que se sitúan en sus etapas iniciales, suelen pasar inadvertidas y tienden a normalizarse como parte de las relaciones que se establecen entre iguales. No obstante, hay que apuntar que pueden tener una escalada muy rápida y pasar a convertirse en violencias más virulentas de las que los menores tendrán, previsiblemente, más dificultades de escapar por sí solos si no piden ayuda.
El equipo de profesionales de Amformad ha elaborado una serie de cuestionarios de pregunta-respuesta, basados en más de 50 casos prácticos y adaptados al lenguaje visual de los/as adolescentes. A través de dichos recursos, pueden avanzar en su proceso de aprendizaje para reconocer también la violencia en sus estadios menos evidentes.
El proyecto está financiado por el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia a través de los fondos Next Generation EU, en el marco de las actuaciones de la Secretaría de Estado de Derechos Sociales del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 del Gobierno de España.
Existen formas de violencia muy normalizadas en la sociedad, por lo que los menores tienden a verlas como situaciones habituales con las que deben lidiar. En algunos casos son violencias muy evidentes y sencillas de reconocer como la violencia física. Sin embargo, en otras ocasiones, pueden encontrarse con otras formas de violencia que suelen pasar inadvertidas como la violencia psicológica, la emocional, la de carácter sexual y la violencia ejercida a través de medios digitales y que es transversal a las anteriores. De hecho, SINVIA hace especial hincapié en la violencia ejercida mediante medios digitales como el sexting, la sextorsión, el ciberacoso o el online grooming, entre otras, cada vez más habituales en la adolescencia.
En línea con la Ley Orgánica de protección integral a la infancia y la adolescencia frente a la violencia (LOPIVI), SINVIA aborda todos los puntos de la violencia, como son: la sensibilización, la prevención, el tratamiento y la reparación del daño. También se encarga de romper con falsos mitos y creencias que normalizan las violencias, ayudando, al mismo tiempo, a combatir emociones negativas como el miedo, la vergüenza o la culpa ante las situaciones de violencia.
Aunque SINVIA se dirige a personas de 14 años o más al incorporar textos adaptados a su lenguaje y gráficos que resultan muy visuales e intuitivos, la idea es que las personas adultas, ya sean padres, madres o profesionales que trabajen en contacto con ellos y ellas, encuentren en SINVIA un recurso interesante, atractivo y entretenido, para recomendarlo a los jóvenes.
Por tanto, las personas adultas también ocupan un lugar de referencia en la recomendación de uso de esta aplicación móvil, interviniendo en el proceso de aprendizaje como facilitadores y mentores en cuanto al uso de la aplicación.
Gracias a SINVIA, los/as adolescentes pueden aprender a reconocer la violencia en sus primeras manifestaciones; la ciberviolencia y sus tipos; así como a prevenir la violencia a través de la adquisición de habilidades que les ayudarán a tener relaciones sanas en el presente y en el futuro. La aplicación SINVIA está disponible a través de este enlace: https://www.amformad.org/sinvia