¿Se le da bien la cocina a uno de los mejores jugadores sorianos de todos los tiempos? Profundizamos en sus gustos y nos desplazamos hasta Ágreda para descubrir su rincón favorito de su querido pueblo.
Javier Bonilla devolvió la ilusión a la afición numantina con su regreso a Los Pajaritos este verano. Con la llegada del polifacético jugador agredeño, los seguidores rojillos evocaron a tiempos mejores en los que el lateral comandaba la banda izquierda del Numancia en Segunda División.
A pesar de que esa época queda muy lejana, Bonilla está empeñado en devolver a los suyos al lugar que merecen. Para ello, el veterano futbolista se está erigiendo como uno de los líderes de la plantilla, liderando el apartado de asistencias, teniendo en su pie una de las armas más letales del grupo V de la Segunda RFEF.
Javier Bonilla Sevillano tuvo un balón de fútbol en sus piernas desde que nació el 25 de octubre de 1990 en Ágreda. Tras dar sus primeros pasos en este universo en la cantera del Numancia, este trotamundos de 1,80 metros y 75 kilos se hizo un nombre en las principales categorías nacionales gracias a su esfuerzo y tesón.
- ¿A qué te hubieras dedicado si no hubieras sido jugador de fútbol?
La verdad, que me gusta mucho administración y empresas. He estudiado eso y en un futuro no descarto dedicarme a ello.
- ¿Cuál ha sido tu peor momento dentro de un campo?
Hace dos temporadas en la final por el ascenso a Segunda División con el Nástic de Tarragona. Después de una gran segunda vuelta y de pasar la primera ronda del play off, nos enfrentamos en la final al Villarreal B. Fue muy duro ver cómo se nos escapaba el ascenso, ya que pensábamos que lo íbamos a lograr.
- ¿Algún sueño relacionado con el mundo del fútbol?
Mi sueño es subir con el Numancia. Estamos en la pelea, tenemos opciones y vamos a intentarlo hasta el final.
- Dejando a un lado el balón, ¿Cuál es tu lugar favorito de la provincia?
Sin lugar a dudas, Ágreda. Es mi pueblo y tengo todo allí: mi familia, mis amigos y mi casa. Voy todas las semanas y ellos también vienen a verme en Soria. No obstante, de todo que tiene mi pueblo me quedo con el Moncayo.
- Si me tuvieras que invitar a comer, ¿Qué receta me harías?
Estarías fastidiado jaja. Podría hacerte un arroz blanco, unos huevos fritos o una tortilla francesa. Bueno, también mi receta estrella, unas alubias en la Thermomix.
- Series, películas, videojuegos… ¿A qué estás enganchado en tu tiempo libre?
Me gusta mucho jugar con la play al ‘Fornite’. Estamos muy enganchados en la plantilla. De todos los que jugamos, el más malo es Lupu (el lateral confiesa que el ariete rumano es su compañero favorito del vestuario).
- ¿Qué fue lo primero que pensaste cuando te propusieron regresar al Numancia?
Quería volver y no tuve ninguna duda. Lo hablé con mi familia y con mi novia y lo cerramos todo muy rápido porque quería estar aquí.