El PP exigirá en el Senado la mejora de la conexión entre Soria y Calatayud
Moción a iniciativa de los senadores José Manuel Aranda Lassa, José Manuel Hernando García, Javier Jiménez Santamaría y María Cristina Rubio Blasco. Se plantea ante la Comisión de Despoblación y Reto Demográfico, puesto que el fenómeno de la despoblación no constituye un mero contexto social, sino la razón determinante de la voluntad que se trasluce en esta iniciativa.
Los tres senadores del Partido Popular por Soria y el senador aragonés y alcalde de Calatayud han impulsado esta moción ante la Comisión de Despoblación y Reto Demográfico para instar al Gobierno a que implemente las medidas precisas para mejorar la conexión por carretera entre Soria y Calatayud.
La moción recoge la necesidad de un servicio público que mejore las condiciones de prestación del servicio bonificado actualmente existente, incrementando las frecuencias, aumentando el número de plazas disponibles, habilitándolo para realizar a demanda paradas intermedias y extendiéndolo a cualquier usuario eventual, sin necesidad de que esté empadronado en Soria.
La opción es hacerlo mediante un servicio público regular y colectivo que sirva para satisfacer las necesidades de conexión que en la actualidad son patentes y que facilite el incremento de la interrelación entre Soria y Calatayud, como poblaciones de referencia y locomotoras económicas de territorios afectados ampliamente por el fenómeno de la despoblación.
Los senadores sorianos junto con el alcalde de Calatayud ya mostraron su exigencia en la estación soriana de trenes, donde explicaron que la ciudad de Soria, así como el Este de su provincia, han mantenido tradicionalmente una intensa relación cercanía geográfica y asentada en vínculos afectivos, sociales con la comarca de Calatayud.
El PP de Soria manifiesta que la provincia ha quedado relegada de la conexión por ferrocarril de Alta Velocidad, a pesar de que esta cruza por su territorio provincial. La parada más cercana a Soria del tren de alta velocidad es, precisamente, Calatayud. Es así que la comunicación vial entre ambas poblaciones adquiere un componente más significativo, puesto que Calatayud se ha convertido en la puerta de Soria a la Alta Velocidad.
Desde que en 1985 el Gobierno de Felipe González cerrara la conexión ferroviaria entre Soria y Calatayud, no ha existido ninguna línea de transporte colectivo regular que conecte a ambas ciudades entre sí. Es bien cierto que la reconexión ferroviaria entre Soria y Calatayud mediante un servicio de lanzadera fue incorporada por el Gobierno del presidente Aznar al Plan Nacional de Infraestructuras en 2002 y que llegó a elaborarse un estudio informativo dotado con más de 1 millón de euros, que se tradujo en una partida presupuestaria para el inicio de la ejecución de las obras de 27 millones de euros que fue inhabilitada por el gobierno de Zapatero. Después, durante la tramitación de los Pliegos correspondientes a la línea regular de transporte por carretera Valladolid-Soria-Zaragoza se creó la posibilidad de incorporar el tramo Soria-Calatayud, si bien las dificultades administrativas primero y el abusivo pretexto del COVID después, hicieron decaer esta posibilidad.
El Gobierno de Pedro Sánchez optó, según los populares, por una solución que se ha revelado insuficiente, inane y profundamente insatisfactoria, consiste en una bonificación para los usuarios sorianos de la Alta Velocidad desde Calatayud que sólo es utilizable para los sorianos empadronados. Es decir, que actúa en un solo sentido, excluyendo a los bilbilitanos de su aprovechamiento para acudir a Soria. Además, la bonificación se concreta en un servicio de taxi para tres personas con muy escasas frecuencias, vinculadas con las conexiones ferroviarias de Calatayud y no está permitida ninguna parada intermedia.
La presente iniciativa reclamar al Gobierno que mejore la cobertura del servicio bonificado de manera inmediata, incrementando frecuencias, incorporando a usuarios no empadronados en Soria, ni provenientes exclusivamente de Soria, accediendo a que se practiquen paradas intermedias a demanda e incrementando el número de plazas disponibles en cada ruta.
Por otro lado, es evidente que la solución real al problema ha de pasar por el establecimiento de una conexión permanente y regular por carretera que sirva a las necesidades de cualquier soriano o bilbilitano a fin de consolidar la estrecha relación entre ambos territorios y facilitar el desarrollo de vínculos ya existentes.