La emblemática chacinera soriana Embutidos La Hoguera, de San Pedro Manrique ha estrenado unas nuevas y punteras salas de deshuese de jamón y de loncheado para completar un proceso de producción y transformación que comienza en las granjas de su ganado. La amplliación de las instalaciones suponen 3.000 metros cuadrados más.
Embutidos La Hoguera S.A. ha dado un paso de gigante en su proyección de negocio para el futuro, con la finalización de una ampliación de las instalaciones de 3.000 metros cuadrados, y la puesta en marcha -este año- de unas nuevas salas automatizadas de deshuese de jamón y loncheado. “Las hemos dotado de una tecnología puntera en el sector para dar un producto con la máxima calidad, una presentación más cómoda, y superando las mayores exigencias y garantías de homologación y bioseguridad”, explica Teo Martínez García, gerente de Embutidos La Hoguera.
“Estamos listos para continuar siendo una referencia del sector cárnico de España, poniendo en valor una marca Soria que se identifica con naturaleza y medio ambiente, con tradición y sabor de antaño, con salud, con productos artesanales”, señala Teo Martínez.
Además, “el consumidor nos va conociendo y valora que seamos una empresa de un entorno rural con compromiso social, nacida de la vocación y el esfuerzo de unos emprendedores locales, y empeñados en luchar por la supervivencia de los pueblos y de comarcas como Tierras Altas de Soria. La marca Soria sugiere y transmite sensaciones y valores positivos”, añade.
La ampliación ha sido un reto, un empeño y una apuesta importante que ha supuesto una inversión de 5,5 millones de euros, pero que asegura a esta emblemática empresa soriana seguir creciendo y poder ofrecer un tipo de productos y unos formatos de empaquetado que se están imponiendo en los lineales de los supermercados y en las preferencias del consumidor. El nuevo edificio tiene tres plantas. La primera son almacenes de uso polivalente, la segunda es la nueva sala de deshuese de jamón, y en la tercera se ha instalado una línea de loncheado.
Otra consecuencia ha sido la creación de 25 empleos más, con lo que la plantilla de Embutidos La Hoguera ha alcanzado los 137 trabajadores, a lo que hay que sumar “un número significativo y difícil de calcular de puestos indirectos que propician nuestra actividad en un pueblo de 600 habitantes como San Pedro Manrique, y en una comarca de un habitante por kilómetro cuadrado”.
“Proceso integral del campo al plato, con productos naturales y sin aditivos, continuando una tradición de generaciones. Elaborados con animales de una trazabilidad clara porque los criamos en nuestras granjas”. Así concreta Teo Martínez algunas de las claves del éxito de Embutidos La Hoguera. “Nuestros clientes saben, también, que cuando compran nuestros productos no solo se llevan un jamón o unos embutidos excelentes. Además, apoyan un proyecto transversal del medio rural, más concretamente en Soria, que trata de parar y revertir el drama de la despoblación en la España interior”.
La Hoguera sabe muy bien que, en un sector tan competitivo y tan concentrado como el cárnico, solo se puede crecer en el mercado con productos marcadamente diferenciados. Por eso, esta empresa apostó enseguida por una raza porcina singular: la duroc. Es un cerdo blanco serrano con una calidad superior, con una carne más roja, de más bouquet en aromas y sabor, con más infiltración de grasa. Aporta características del ibérico y lo hace muy interesante para elaborar jamón y embutidos.
Ahora, esta raza está más extendida en España, pero La Hoguera fue pionera en su introducción, tanto en su producción en las granjas propias, como en la transformación. El resultado final es una calidad reconocida y contrastada de sus productos, a lo que ayuda una elaboración que mantiene la tradición de las Tierras Altas de Soria. Por eso, jamones y embutidos La Hoguera se ha hecho un hueco en los mercados nacional e internacional. Precisamente, su jamón es el producto más demandado.
Y en ese esfuerzo por dar al mercado productos diferenciados, La Hoguera etiquetó el primer torrezno de Soria con marca de garantía, ya que fue una de las empresas que trabajó desde el primer momento para lograr esa protección, que tan exitosa ha resultado. ¿Quién no conoce el torrezno de Soria en España?, pregunta Teo Martínez, que es el vicepresidente de la Marca de Garantía.
Pero La Hoguera no para, y su gerente es también el presidente de otro proyecto que está muy avanzado: la Marca de Garantía Chorizo de Soria. La tramitación ya cuenta con la certificación técnica de la Junta. Teo Martínez explica que existe mucha documentación histórica e identitaria sobre el chorizo soriano, o que tiene una larga tradición productiva en la provincia. Ahora, hay que esperar la resolución de la Junta, puesto que son procesos lentos, como ocurrió con el torrezno de Soria.
Teo Martínez no tiene duda de que llegará, y se muestra muy optimista sobre los beneficios que tendrá para el sector cárnico de la provincia. Dice que “el chorizo soriano ya tiene un reconocimiento en el mercado. Cuando tengamos el distintivo de garantía y protección el interés por este producto será mayor”.
Cuando el proyecto de La Hoguera arranca con la creación de la primera de sus granjas porcinas en el año 1972, gracias a los fundadores Carlos Martínez, José Espuelas, Agustín García y Marcos Martínez, pronto se entendió que dar valor añadido a esa carne era la clave del futuro. Por eso, en el año 1986 nació la empresa agroalimentaria, que ha dado continuidad a una propuesta integral que agrupa producción de ganado y transformación.
Un proceso circular que no olvida su compromiso social. La lucha empresarial de La Hoguera va de la mano de otro objetivo difícil, el del desarrollo de la localidad de San Pedro Manrique y su comarca, en el corazón del medio rural soriano y de España. Teo Martínez no oculta su satisfacción. La Hoguera está logrando esos fines de crecer, de ofrecer unos productos de una calidad superior y de sujetar la población del entorno.
El jamón y la paleta son unos de los principales productos de La Hoguera, ofreciendo una veintena de variedades y presentaciones, de razas duroc y serrana. El chorizo es otra de las especialidades en los embutidos, destacando el sarta (dulce y picante) y el cular, a los que se suman el de barbacoa o el bioecológico. La panceta adobada y los torreznos de Marca de Garantía de Soria -también en formato prefritos- no pueden faltar. La oferta se completa con el lomo y cabecero, el salchichón, la costilla adobada y las conservas de chorizo o magras (lomo y costillas) de la olla en aceite. Todo, manteniendo la tradición artesanal chacinera de las Tierras Altas de Soria.