La iniciativa, en la que participa la ONG soriana Tierra sin Males beneficia a cerca de un millar de personas en aldeas de la demarcación de Sadmoji, en el sector de Bigene.
La Fundación Pedro Navalpotro ha materializado una iniciativa más en lo que es el abastecimiento hídrico en zonas desfavorecidas. El proyecto se enmarca dentro de la primera parte del programa ‘Água é vida’ con el que se pretende dotar de agua potable y saneamiento básico a todas las tabancas (comunidades) del sector de Bigene. En esta primera parte se centran los esfuerzos en dotar de puntos de agua a las tabancas (organizaciones de aldeas) que tengan escuelas comunitarias activas y que desarrollan un buen desempeño en su labor.
El proyecto, realizado en la comunidad de Sadmoji con la colaboración de Tierra sin Males, pretende abastecer de agua potable a 932 personas (483 hombres y 449 mujeres) y paliar en la mayor medida posible las enfermedades entéricas por transmisión hídrica o alimentaria. Esto se ha hecho por medio de la construcción de un pozo de agua con cisterna y bomba alimentada con energía fotovoltaica que permitirá a la población beneficiaria potabilizar el agua, tras la creación y capacitación de un comité al efecto.
Primeramente, una empresa especializada ha realizado la perforación del sondeo, así como la construcción de la estructura metálica para la instalación de la bomba alimentada con energía solar fotovoltaica. También se ha ocupado de la fijación del tanque de almacenamiento, de la colocación de los paneles solares y el entramado de conducciones y fontanería, creando un punto de suministro o fuente.
Hace algunos años, los habitantes han venido siendo afectados por la falta de agua de todo tipo, ya que esta comunidad se encuentra en una zona elevada de la región y tras las lluvias los pozos tradicionales se secan.
Con este pozo, se logrará el desarrollo de acciones encaminadas al fortalecimiento de capacidades en mujeres y hombres y la mejora de la calidad de vida de toda la comunidad, en especial menores de edad.
Además, se asegura la sostenibilidad de las instalaciones transferidas por medio de la creación de un comité de agua que es el encargado de realizar el mantenimiento y la gestión. Estará compuesto por personas de la comunidad elegidas paritariamente.
De este modo se pretende contribuir al pleno ejercicio del derecho al agua potable y saneamiento en esta región. De este modo se espera, por un lado, fortalecer la prevención enfermedades entéricas. Del mismo modo se garantiza el acceso de agua de boca y mejora la salud y nutrición de 932 personas.