El vicepresidente de la Junta ha resaltado la apuesta del Gobierno autonómico por el relevo generacional en el campo con más de 40 millones en ayudas para jóvenes agricultores.
Apuesta clara por el relevo generacional en el campo y por el modelo cooperativo como ejes del futuro del sector primario de Castilla y León. Dos compromisos que ha asumido esta mañana el vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Juan García-Gallardo, tras su visita a la cooperativa zamorana agroganadera COBADU, la más importante de Castilla y León con 11.000 socios y 330 trabajadores.
“El cooperativismo es un modelo de éxito en Castilla y León”, ha asegurado. En conjunto, el ecosistema cooperativode la Comunidad aglutina a cerca de 40.000 socios, da empleo a 3.400 trabajadores y genera un volumen de facturación global por encima de los 3.800 millones de euros.
El apoyo a este modelo de economía social se ha traducido en un Plan Estratégico de Cooperativismo para los próximos cuatro años que contempla 44 líneas de actuación con 23 millones de euros de inversión. Un plan “que puede inspirar a otras comunidades“, según García-Gallardo.
La Estrategia ha sido diseñada con la colaboración de Urcacyl y ha tomado como fuente de inspiración la experiencia de éxito de COBADU.
“La apuesta por el relevo generacional es fundamental para nosotros”, ha asegurado también García-Gallardo. El vicepresidente de la Junta ha celebrado que las políticas de la Consejería de Agricultura facilitaran el año pasado la incorporación de 766 jóvenes al campo de la Comunidad, “una cifra por encima de nuestras estimaciones”.
Este añ, la Junta seguirá trabajando en esa dirección y en el presupuesto de 2024, recién aprobado, se prevén más de 40 millones de euros en ayudas para jóvenes agricultores repartidas en varias líneas. La más importante, de 26 millones, para facilitar la incorporación de jóvenes al sector primario. Pero, además, hay ayudas también para quienes entren en sociedades cooperativas, con casi 6 millones. Los jóvenes reciben también una parte importante de las ayudas destinadas a modernización.
El vicepresidente ha resaltado la apuesta decidida de la Junta por el mundo rural y el sector primario. Al respecto, ha subrayado que el principal objetivo es trabajar por su rentabilidad, eliminando las trabas que hoy dificultan la continuidad de las explotaciones. “Sin rentabilidad, no hay relevo generacional, ni futuro, ni soberanía alimentaria”, ha asegurado.
García-Gallardo ha recordado el “hito” que supuso que la Consejería de Agricultura firmara en diciembre una posición común con las principales Opas de Castilla y León “con las reivindicaciones que ahora mismo se están reclamando en las tractoradas: menos burocracia y menos fanatismo climático”.
El compromiso con el campo se ha plasmado este año en unos presupuestos autonómicos en los que no sólo se recoge un importante incremento del presupuesto general de la Consejería de Agricultura - que llega a los 1.527 millones de euros, si se incluyen los fondos de la PAC que le corresponde gestionar- sino también, y, sobre todo, un importante aumento de las inversiones, que superan los 435,5 millones de euros.
Este esfuerzo inversor permitirá contar este ejercicio con 52 millones de euros para atender las distintas situaciones de emergencia (sequía, enfermedades de la cabaña ganadera…); otros 36,7 millones para modernización de explotaciones; 97 millones para políticas de impulso y modernización de regadíos; 23,6 millones en ayudas para la profesionalización y digitalización; y 52 millones de euros más para medidas de apoyo a la agroindustria, entre otras medidas.
Por lo que se refiere a Zamora, la Consejería de Agricultura abordará en esta provincia obras tan importantes como la modernización del regadío del Canal de San José (2,1 millones) y del de Benegiles (663.000 euros). O actuaciones en infraestructuras rurales en las zonas de concentración parcelaria de Fresno de Sayago, Pobladura de Aliste y Rabanales de Aliste.
La cooperativa zamorana COBADU, que nació con poco más de 300 socios con el objetivo de fabrIcar piensos compuestos, ha diversificado de forma extraordinaria su ámbito de actividad a lo largo de sus más de cuatro décadas de historia. Hoy, a su finalidad inicial ha añadido la producción y comercialización de leche, quesos, lechazos, carne de vacuno y diversos tipos de embutidos, entre otros productos. En el año 2022, comercializó 756.822 toneladas de alimentación animal y facturó 520 millones de euros, de los que 468 millones de euros proceden de su actividad directa y 52 millones de la de sus empresas participadas.