Los disparos a cristales, ya en enero

El vandalismo en la capital está siendo un invitado que protagoniza las conversaciones entre los sorianos durante los últimos meses. Si en diciembre comenzaban a arder un buen número, en torno a la quincena, de los nuevos contenedores de residuos instalados por el Ayuntamiento, este lunes comenzaban a aparecer quebrados los cristales de las ventanillas de vehículos estacionados en la vía pública. Al menos a partir de esa jornada, cuando fueron detectados los primeros desperfectos a las nueve de la noche. Sin embargo, la semana pasada, según testigos consultados por este periódico, ya se dieron, al menos, dos casos como estos en la avenida Duques de Soria.

Suman en torno al medio centenar de vehículos los afectados, según estiman en la Policía Nacional, aunque por el momento han sido denunciados hechos de este tipo en una treintena larga de ocasiones. Hoy mismo era vista quebrada otra ventanilla en el paseo de San Andrés, aunque durante la jornada de este jueves no había sido denunciado ninguna acción como esta en la comisaría del CNP. Todo parece indicar que la rotura de los vidrios se ha producido por disparos con carabinas de aire comprimido, mayoritariamente del calibre 4,5, que disparan proyectiles de plomo y que pueden ser adquiridos en cualquier armería sin licencia.

Un turismo hoy, con la ventanilla del conductor destrozada en el paseo de San Andrés:

La cosa va, o iba a más. Hoy, Soria Noticias ha podido constatar daños de este tipo en el edificio donde se albergan los sindicatos y FOES, en la calle Vicente Tutor. Tres de las ventanas de la escalera principal han recibido la visita de estos impactos. Los desperfectos eran denunciados ante la Policía Nacional ya en enero, y precisamente, uno de sus agentes examinaba durante la tarde de este jueves las perdigonadas.

Los cerramientos, de dos hojas y con cristales traslúcidos, están situados en el patio interior, frente a las viviendas que tienen portales en las calles Mesta y Tejera. El número de huellas dejadas por los balines podría superar los cuarenta. Algunos de los impactos han llegado a quebrar parcialmente alguno de los vidrios, sin que al parecer, los proyectiles hayan llegado al interior, pero sí dejando la impronta del disparo. En principio, no se han detectado orificios en las ventanas de las oficinas. Decir, por otro lado, que el edificio es de titularidad estatal.

Habrá que estar, pues, a la espera de las investigaciones para determinar la autoría de estos actos.