USO carga contra la política de personal de Mínguez: Testosterona, modelo vertical franquista, enchufes, control...

"Ugetistas asesores previo enchufe y abono del importe. USO advierte de que, en materia de Personal, el PSOE hará cosas que nos helarán la sangre. Minguez apuesta por la testosterona y el modelo vertical franquista de relaciones laborales. Asumida su manifiesta incapacidad, el concejal Éder García debe dimitir". Así comienza el duro comunicado remitido por el sindicato sobre la contratación vía libre designación de Alberto Lozano para tareas en materia de personal.

El comunicado es como sigue:

"Este mismo sábado Heraldo Diario de Soria abría su cabecera titulando que Minguez ficha a un sindicalista ante el “incendio” en Personal.

Para sofocar este incendio Minguez ha apostado, en línea con una chusca costumbre patronal, en contratar los servicios de un sindicalista para doblegar a la incómoda representación sindical de sus propios empleados públicos.

El alcalde de Soria parece tener la convicción de que el modelo autoritario de sindicalismo vertical, que ya lleva practicando muchos años el PSOE con el auxilio de su sindicato hermano, domesticará a la representación sindical y acallará la disidencia de una mayoría de trabajadores y trabajadoras que están a punto de reventar. La gente se rompe, están al limite. No pueden más.

Para este nuevo comisariado político se precisaba sin duda de un perfil con una lealtad contrastada. Lealtad no hacia la causa obrera o alineada con sus delegados o afiliados, sino con los objetivos socialistas de erradicar la igualdad, la capacidad y el mérito como requisitos de acceso al cortijo consistorial de la ciudad de Soria.

En la demolición de la estructura laboral municipal se han ido sucedido diferentes concejales ugetistas, cuyo mérito fundamental ha sido la práctica de una ciega fe “carlista”, en pro de un enfermizo control que les permitiera seguir disfrutando del poder y sus prebendas, mientras iban colocando a los afectos. La situación actual, en suma, se la debemos a ellos.

Con ese afán, a la vista de que prende una rebelión laboral en el Ayuntamiento de Soria, desacreditando al recién nombrado y bien pagado concejal Éder García y descabezando la más potente Federación ugetista, se ficha a un actor de sobra conocido.

Este “fichaje” presenta el perfil perfecto para moverse en la “cosa nostra” del Ayuntamiento de Soria. Muñidor del descuelgue de UGT de la defensa del “Orgullo de ser funcionario”, desactivador de convocatorias de huelga o cocinero de la reciente toma del control de la Junta de Personal y su conveniente anestesiado. Por sus obras le conocereís. (Mateo 7.20)

Pero estos son los méritos que pesan en este Ayuntamiento que tiene ya a reventar entre familiares, amigos y favores debidos la amplia nómina del personal eventual, aduladores, Guardia de Corps y portadores del palio bajo el que pasea nuestro señor alcalde.

Nóminas cuyo abono, pese a no prestar ningún servicio de utilidad para la ciudadanía, se pasan al cobro de todos los sorianos, merced a la recurrente subida de tasas e impuestos, que gusta de aplicar y justificar el concejal Expósito, con la excusa de subirle el salario (ajustar el IPC de acuerdo a los presupuestos) a sus empleados públicos.

Hace justo una semana, el concejal García, acuciado por el cierre de instalaciones deportivas, la revuelta del comité de empresa y las demandas del colectivo temporal aseguró que el lunes iba a presentar a los grupos políticos una propuesta de modificación de Relación de Puestos de Trabajo, RPT. Pese al reciente anuncio de su liberación política y el engorde de su cuenta corriente en 50.000 euros al año, 'donde dije digo, dijo Diego'.

Lozano y ufano, el concejal debió de confundir el nombre de Diego, que era Alberto. El anuncio del concejal se refería una vez más a que las únicas modificaciones de la RPT que promociona el equipo de gobierno socialista son para engordar el número y la nómina de los afines promocionados a falsarios funcionarios y presuntos 'servidores públicos'.

En este caso mediante la promoción de un laboral del grupo V de la Junta de Castilla y León a funcionario del Grupo A nivel 28 del Ayuntamiento de Soria. Pero en el Ayuntamiento de cumplir el convenio o de promocionar y pasar de auxiliar a administrativo, ni hablamos.

Presupuesto para cubrir las vacantes no hay, para dimensionar la estructura del Área de Personal tampoco, de promocionar, facilitar una carrera administrativa ni está ni se le espera, de pagar lo que se debe tarde y mal. Pero siempre se encuentran 60.000 euros al año para desarbolar una Federación de un sindicato y montar un nuevo pesebre para su Secretario General.

Éder García no hace nada pero necesita a alguien que le ayude. Debe además justificar de que partida sale ese dinero y que vacantes de empleo público se van a dejar de cubrir a cuenta del anunciado 'fichaje'.

Por vergüenza torera, García debe dimitir.

El pasado junio de 2023, USO daba la bienvenida al nuevo concejal de Personal. Podríamos alegar aquello de 'otro vendrá que bueno me hará' pero Orofino, Romero, Valdenebro y no digamos Ángel Hernández lo han puesto francamente complicado.

USO no cuestiona todavía la presunta buena voluntad de García, pero afirma que de él, hasta el momento, en materia de Personal, no se le conoce una mala palabra ni una sola buena acción.

Desde que asumió la responsabilidad de la dirección política de Personal, pese a la tutela ejercida por la concejal de Gobernanza, la acción política de García se ha traducido en el continuo cambio de fechas de convocatorias de distintas comisiones y sobre todo en la incapacidad de resolver en esas reuniones ninguno de los asuntos trasladados a las mismas, que son pospuestos para una futura comisión, multiplicando las asistencias y, en consecuencia, las dietas de los concejales asistentes.

Pero Éder García, conocedor de las limitaciones de su propia Área de Personal, incapaz de agilizar e incrementar los procesos selectivos, de reforzar, auxiliar o aliviar la carga de trabajo de la propia oficina de Personal, a la que niega su consolidación y dimensionamiento adecuados a su carga laboral, con la decisión de contratar a un “asesor” para que haga su trabajo, asume su propia incapacidad política para gestionar las políticas de Personal en el Ayuntamiento de Soria, entendiendo desde USO que, en consecuencia, debe irse.

Finalmente, desde la Unión Sindical Obrera, se quiere llamar a la reflexión sobre un hecho contrastado. De la degeneración laboral que se ha cebado con el Ayuntamiento de Soria, en coincidencia con la sucesión de mayorías absolutas socialistas, han sido protagonistas destacados ugetistas. La ausencia de independencia sindical, con actores incapaces de hacer valer lo que firmaron, nos ha llevado donde nos encontramos.

La tradicional correa de transmisión sindical con el partido y la traición de sus responsables provinciales a sus propios afiliados y representantes sindicales, que pasó en su día por la promoción a dedo de otro conocido Secretario General prueba la directa responsabilidad de destacados ugetistas en el colapso laboral y de las condiciones de trabajo que sufren los trabajadores municipales. Y ahora vienen a arreglarlo.

USO augura una escalada de la tensión social en el Ayuntamiento de Soria. Quienes han reventado la gestión de Personal no reúnen garantía alguna de ser la solución a los problemas que han creado.

USO pide al Ayuntamiento de Soria que renuncie a incrementar el nivel de testosterona de las relaciones laborales en el Ayuntamiento, renunciando a poner en nómina un nuevo asesor, incrementando la oferta de empleo público con la dotación de verdaderos técnicos y pactando un arbitraje con la representación del personal.

Podría haber aprovechado Minguez al menos la cercanía del 8M para anunciar en todo caso la incorporación de una mujer relevante con el perfil adecuado para los mismos fines encomendados a un actor chusquero, pero no, que en materia de igualdad, carentes del mínimo y exigible Plan, como en tantas cosas "haz lo que yo diga y no lo que yo haga."

Pactar un arbitraje, destinar esos 60.000 euros a la creación de puestos de trabajo y salvar al soldado Éder.

Si existe verdadera voluntad, esa mediación salvaría la honra y el cargo de Éder García, será más efectiva y desde luego mucho más barata para las arcas públicas.

Un liberado sindical de la Junta de Castilla y León no viene a arreglar la problemática de un Ayuntamiento que no conoce. Convertido en comisario político solo puede contribuir a que todo siga degenerando, disfrutando de prebendas, perjudicando las arcas públicas y restando recursos para oferta de empleo y contratación de personal.

Un liberado sindical deslegitima a su sindicato si se presta a enfrentarse contra la propia representación del personal.

Huele mal que un liberado venga a auxiliar a un concejal que cuestiona los derechos fundamentales de la representación del personal de su propio sindicato. Untar a un liberado sindical no puede ser la solución a los problemas laborales del Ayuntamiento de Soria. O puede que si, quién sabe".