El Ayuntamiento de Soria liquida sus cuentas con 7,6M€ de beneficio y un nuevo enfoque para el uso del remanente
El plazo medio de pago a proveedores es de 20 días. El remanente de tesorería ronda los 6M€ aunque el nuevo interventor ha indicado que lo más optimo será usarlo para pagar gastos pendientes de 2023 y tirar de modificaciones presupuestarias en el nuevo ejercicio para los proyectos que lo requieran.
El Ayuntamiento de Soria ha presentado esta mañana, por boca de su concejal de hacienda, la liquidación de las cuentas municipales de 2024. Javier Muñoz se ha mostrado satisfecho y “contento” con unas cuentas que reflejan unos ingresos de 47M€ y unos gastos de 36M€, con un remanente cercano a los 6M€.
La “foto fija” de las cuentas municipales a 31 de diciembre de 2023 ha sido aprobada por alcaldía y se dará cuenta de ella en la comisión y el próximo pleno. Muñoz califica el resultado de “positivo” con un ahorro neto cercano a los 10M€ que, tras varios ajustes financieros, se queda en 5.850.000 euros y un resultado presupuestario positivo de 7,6M€.
Son precisamente esos 5.850.000 euros que componen el remanente donde más cambio habrá a la hora de gestionarlo con respecto a los ejercicios anteriores. En total, el reamente de tesorería es de 27.400.000€, a los que hay que restar 17M€ que ya están comprometidos (por ejemplo, en el BREA y en otros proyectos financiados con fondos europeos). Además, 4M€ están calificados como derechos de tesorería de difícil cobro.
“El remanente se va a gastar de manera diferente a lo que se ha hecho en los últimos años”, señala Muñoz. El cambio viene detonado por el criterio del nuevo interventor municipal que entiende que esta será la forma más correcta de actuar. Con ese remanente que otros años se gastaba en proyectos del año siguiente se van a pagar facturas y servicios de los últimos meses de 2023 (normalmente la factura de servicios como las basuras o el autobús de noviembre o diciembre se pagan una vez cerrado el ejercicio).
“El objetivo es empezar el año a 0, siguiendo el criterio de los servicios técnicos”, explica el edil socialista. Así el consistorio se quedará sin remanente y tendrá que actuar mediante modificaciones presupuestarias cuando quiera hacer frente a una inversión nueva o a alguna cuyo monto supere el inicialmente presupuestado. Cabe recordar que las modificaciones presupuestarias siempre deben venir de un ingreso inesperado o del cambio de partidas de unos conceptos (donde finalmente no se va a gastar el dinero presupuestado) a otras (donde se quiere ampliar la cuantía).
Ese pago de bienes y servicios y de los gastos realizados en los últimos meses de 2023 y no pagados a 31 de diciembre se llevarán cerca de un tercio de esa cantidad. Otro tercio irá, en la misma línea, para proyectos que están en licitación y previstos en los presupuestos de 2023 pero que no se adjudicaron el año pasado. Aquí entra el parque de bicicletas junto a la ermita de Santa Barbara, que se arrastra desde unos viejos presupuestos participativos, o la contratación de los servicios de nóminas.
Por último, el Ayuntamiento se reservará el último tercio, unos 2M€ para poder hacer frente a presentarse a captar fondos europeos en concursos con concurrencia competitiva donde la administración local debe financiar una parte de la obra.
En cuanto a la inversión, se ha autorizado en torno al 70% de lo recogido en los presupuestos. Es decir, de los 32M€ se autorizaron 21,5M€, de los que ya está pagado u obligado el 45% del mismo. “Ahora ya si podemos decir que 1 de cada 4 euros de este ayuntamiento ha ido a inversión” convirtiéndose así en “motor para la dinamización económica” y en el “motor de la transformación de la ciudad”, señala Muñoz.
En el capítulo de la deuda, Muñoz se muestra “contento” porque lo sí está “controlada en el tiempo” la considera positiva como palanca para impulsar el cambio de la ciudad. La deuda a 31 de diciembre es del 52,25% de los ingresos de la ciudad, con algo más de 24M€, de lo que la mayoría es deuda con entidades financiera y 500.000€ con el estado. El concejal de Hacienda ha señalado que la previsión es que el próximo año se siga bajando la deuda y señala estas cifras como “más que asumibles” y razonables.
Por último, el plazo medio de pago a los proveedores es de 20 días, una cifra “muy inferior a muchas de las administraciones de nuestro alrededor”, señala Muñoz.