El cuadro soriano finaliza su participación en casa en la fase regular con pleno de victorias después de un gran partido ante el cuadro canario.
Grupo Herce Soria se impuso en Los Pajaritos a Cisneros Alter Tenerife por 3-0 (25-15, 25-19, 25-21), en el último encuentro de la fase regular que los de Alberto Toribio disputaban este curso en su feudo. Una victoria clara, en la que los sorianos demostraron un gran nivel de juego, sin apenas concesiones a su rival con el firmaron pleno de triunfos en Los Pajaritos, dejando sin duda un gran sabor de boca a su afición.
Entró bien en el partido Cisneros Alter Tenerife (2-3), pero los sorianos no tardaron en detectar los problemas en recepción de Erick Costa, de los que sacó partido Olalla con el saque, logrando dar la vuelta al marcador (6-4). Desde ese momento, los celestes mandaron en el marcador, abriendo una brecha en el 12-7 que obligaba a solicitar tiempo muerto a Matías Guidolín. Con el marcador favorable, el equipo soriano no daba concesiones al cuadro insular, que había apostado por algunas novedades de inicio. Guidolín trató de buscar soluciones con los cambios, pero Soria estaba desatado (25-15).
La segunda manga comenzó con cierta igualdad, si bien los sorianos abrieron diferencias muy pronto, de nuevo con Adrián Olalla en la línea de saque (7-4). El cuadro celeste parecía tener tomada la medida a su rival, obligando al tiempo muerto con el 10-5. El parcial parecía de nuevo controlado por los pupilos de Alberto Toribio, hasta que dos errores de remate no forzados, propiciaron que el técnico local parara el partido (17-14). Los canarios llegaron a ponerse a dos puntos (18-16), pero la reacción soriana no pudo ser mejor, con tres acciones brillantes de Cunha primero, Flores después y Olalla a continuación, que continuadas por el bloque, permitían a los locales firmar un parcial de 5-0 (23-16), y con ello, dejar sentenciada la manga (25-19).
Los sorianos seguirían muy serios y metidos en el encuentro en el tercer set, de nuevo, sin tardar en abrir el marcador (12-8). Toribio decidió repartir minutos confiando en Davi Tenorio, entre otros, y su equipo reaccionó sin acusar los cambios de piezas, manteniendo el mismo ritmo de crucero y sin que Cisneros, a pesar del empuje de Amorim, lograran ponerse de nuevo cinco puntos abajo (15-10). Con el colchón en el marcador, los sorianos tenían margen de maniobra, mientras que los insulares veían el partido muy cuesta arriba y se mostraban sin capacidad de reacción. Pese a todo, la entrega tinerfeña evitó que las diferencias fueran a más, pero sin suficientes argumentos como para poner en riesgo la victoria local (25-21).