El vicepresidente de la Junta de Castilla y León pide al ministro Planas “que deje de adoptar medidas que destruyen el tejido productivo”.
El sector de la fresa, que da empleo a más de 2.000 personas en Castilla y León de forma estable –y a más de 4.000 en campaña–, ve su futuro en peligro por el exceso de restricciones y burocracia del Gobierno español. Así lo ha denunciado esta mañana el vicepresidente de la Junta, Juan García-Gallardo, tras visitar la finca segoviana de la empresa Planasa, líder en España y en el mundo en producción de plantas de frutos rojos.
García-Gallardo ha explicado que la amenaza tiene que ver con los excesos regulatorios de la UE, “que ahogan al sector”. Pero, en este caso, además, se ven agravados por el Gobierno español, que establece restricciones aún más estrictas en materia de fitosanitarios, los productos que los agricultores pueden usar para el control de plagas y enfermedades de sus cosechas. De hecho, el vicepresidente explicó que en España están prohibidos productos permitidos en otros países europeos como Italia y Portugal.
“Esto genera una situación de competencia desleal, injusta y desequilibrada. No sólo con respecto a terceros países, sino también con respecto a otros países de la Unión Europea”, ha asegurado.
El vicepresidente de la Junta ha exigido al ministro de Agricultura, Luis Planas, “que deje de adoptar medidas que destruyen nuestro tejido productivo” si no quiere que “desaparezca” el sector de las plantas de fresa de España.
A este problema se añade otro que se ha conocido en los últimos días: la llegada de fresas de terceros países con importantes niveles de toxicidad. Por ello García-Gallardo exigió al Gobierno central “que refuerce de una vez el control en frontera de los productos que entran en España, para que se les exijan los mismos requisitos de seguridad alimentaria que a los de aquí”.
“Esto ya no es sólo un problema comercial de competencia sino también de salud pública”, ha recalcado el vicepresidente. En este contexto, ha animado a consumir productos de Castilla y León, “que son sinónimo de garantía, calidad y productos saludables”.
Castilla y León es la primera comunidad autónoma de España en producción de planta madre de fresa, y la segunda zona del mundo, donde es referente por la calidad y sanidad de sus producciones. La planta madre se suministra al sur de España, así como a productores de otros países, para el posterior desarrollo del cultivo en más de 18.000 hectáreas de producción de fruta.
El sector cuenta en Castilla y León con 35 viveros cuya incidencia en las zonas rurales es clave, por su importancia económica (120-130 millones de euros de facturación anual) y por su aspecto social (da empleo directo a más de 2.000 personas, llegando a 4.000 en campaña).
La empresa Planasa no sólo está presente en Segovia, sino que tiene fincas también en Cáceres, Navarra, Huesca, Valladolid y Zamora. En Segovia cuenta con una finca de más de 600 hectáreas, de las que 400 se destinan al cultivo de frutos rojos como fresa, frambuesa, mora o arándano; pero que también produce endivias, ajos, aguacates o espárragos.
Ante la necesidad de buscar alternativas viables para el sector, el año pasado Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León (Itacyl) firmó un convenio con la Asociación de Viveristas de Fresa de Castilla y León para la puesta en marcha de un proyecto para la búsqueda de nuevas estrategias en la desinfección de suelos.