Disculpe que haga mi trabajo

En la época de la polarización política, las notas de prensa comerciales y los titulares engañosos, ser periodista no es fácil. En un momento donde los principales ingresos de los medios de comunicación vienen de las administraciones públicas mediante contratos publicitarios cuantificados de forma subjetiva y donde las redacciones están repletas de jóvenes periodistas que, para cuando quieran coger algo de background, ya habrán encontrado, al menos los mejores, una vía de escape de este negocio, la tarea de ser un medio de comunicación no es fácil. Vivimos en la era de lo superfluo, donde el cómo no parece tener valor y solo importa el dato de impactos. La era en la que el análisis sosegado ni está ni se le espera, y el contenido queda viejo tan pronto como se publica.

Con esto no pretendemos darles pena, sino ponerles en contexto para que entiendan la alegría que siente este grupo de profesionales al alcanzar estos 150 ejemplares en papel. Contra todos esos elementos y contra todo pronóstico. Es cierto que el papel no sufre algunos de los males que acechan al periodismo digital y, tal vez por ello, nos encanta en la redacción. Nos permite tratar temas en profundidad, apartarnos del endiablado ritmo de la web y recrearnos en aquello digno de ser contado y ser leído con calma, con atención. Leído de verdad.

En el papel no tenemos que forzar los titulares, tampoco que abordar temas que nos parecen superficiales. Y eso es una maravilla. Por ello, hoy aquí celebramos y renovamos nuestro compromiso con este soporte, con el objetivo de seguir ofreciéndole a todos los sorianos un oasis de 40 páginas puramente sorianas para disfrutar con su lectura.

Nuestro compromiso se asienta en un valor que tratamos de anteponer en todas las ocasiones, aunque no siempre se logre: defender el interés de Soria. Apostamos por lo que nosotros entendemos que es bueno para la provincia. Ya sea que hagamos otros 150 números (nos iríamos a finales de 2037) o solo unos pocos más, usted podrá estar seguro de que siempre encontrará un periódico amable, historias que traten de construir en positivo y que, con el punto necesario de crítica, permitan mostrar lo mejor de Soria.

Por eso hoy le hacemos partícipe de nuestra alegría por haber llegado hasta aquí y le queremos hacer cómplice de una batalla por la que, aunque en ocasiones parezca ya perdida, bien merece la pena luchar. Una batalla por la libertad, una batalla por Soria. Usted puede librarla cada día exigiendo a los políticos, empezando por ‘los suyos’. Una batalla que se empieza a ganar no dejándose arrastrar por la confrontación, pisando el freno, bajando revoluciones. Una batalla que se libra cuando usted no solo lee un medio, cuando usted contrasta, cuando usted decide ser un ciudadano crítico. Un cambio de paradigma y una conciencia crítica de la realidad. En definitiva, un periodismo libre, que es lo mismo que decir una política más digna, que implica sin solución de continuidad una Soria mejor.