El patrón de la Dieta Mediterránea lo trajo de vuelta a su Soria natal tras sus viajes por América.
Berlanga de Duero es una joya medieval que atesora Soria. Declarada Conjunto Histórico Artístico, su imponente castillo, su espectacular muralla y el encanto de sus calles porticadas han convertido esta villa fronteriza en uno de los grandes atractivos turísticos de la provincia. El Cid fue uno de sus primeros alcaldes aunque sin duda, su vecino más célebre es Fray Tomás de Berlanga, patrón de la Dieta Mediterránea.
Este religioso soriano llegó a ser nombrado Obispo de Panamá. Fue descubridor de las islas Galápagos y se le atribuye la introducción en Europa de alimentos como la patata o el tomate. Pero el dominico berlangués se llevó más 'recuerdos' de su paso por el continente americano.
Y es que Fray Tomás se trajo al reino de Castilla una 'mascota' muy peculiar y así fue como Berlanga de Duero conoció la existencia de los caimanes a principios del s. XVI. El pobre animal, acostumbrado al clima del río Chagres, no duró mucho con vida en Soria, pero los berlangueses se negaron a renunciar a su 'lagarto', así que lo disecaron y lo colgaron en su colegiata, Santa María del Mercado, donde todavía sigue 500 años después.
El lagarto inspiró diversas leyendas. Se dice que por las noches atacaba los aposentos de las jóvenes vírgenes de Berlanga, lo que hizo que los vecinos del pueblo tuvieran que matarle y por eso ahora en la colegiata está relleno de paja y prendas femeninas. También se dice que comía los cadáveres del cementerio y atacaba a los rebaños. El lagarto también inspiró el dulce más típico de este pueblo soriano, una pasta muy cotizada por los que visitan la provincia de Soria.