Pretende poner de manifiesto la importancia de las redes de apoyo y cuidados. Más que nunca, fortalecer los lazos emocionales para mejorar la calidad de vida de quienes viven y conviven con esta enfermedad. Las asociaciones de párkinson son un pilar fundamental en el acompañamiento emocional, aunque se enfrentan a limitaciones de recursos.
Un año más, con motivo del Día Mundial del Párkinson que se conmemora cada 11 de abril, la Asociación Párkinson Soria, la Federación Española de Párkinson y sus asociaciones federadas alzan la voz para visibilizar la realidad de todas las personas que conviven con esta enfermedad a través de la campaña ‘Reivindiquemos la Inteligencia Emocional'. Con ella se pretende poner de manifiesto la importancia vital de las conexiones humanas en un mundo que, a menudo, parece estar dominado por la tecnología, situando a las personas ante una situación de soledad.
El compromiso este año es promover la inteligencia emocional como recurso esencial para fortalecer las redes de apoyo y cuidados necesarios para avanzar hacia una mejor calidad de vida de las personas afectadas y sus familias.
El párkinson es una enfermedad crónica y neurodegenerativa cuya prevalencia se ha duplicado en los últimos 25 años y que se estima que afecta a más de 160.000 personas en España, y a más de 8,5 millones de personas en todo el mundo. La evidencia científica recientemente ha puesto el foco en la relación entre soledad no deseada y salud. La FEP defiende que conocer, conectar y compartir el proceso personal de la enfermedad de Parkinson facilita que las habilidades y recursos personales contribuyan a la mejora de su calidad de vida.
Por ello, asegura Alicia Campos, directora de la Federación, “en una sociedad donde parece que la inteligencia artificial nos vuelve cada vez más solitarios/as, reivindicamos un mundo con más inteligencia emocional”.
Así mismo, Blanca Esther Ortega Tablado, presidenta de la Asociación Párkinson Soria, quiere que la población se conciencie de “la Soledad no deseada” y dar la importancia que se merecen las personas que en el día a día se enfrentan a la enfermedad del párkinson en un mundo donde parece que la tecnología nos ha convertido en personas solitarias.
Las asociaciones de párkinson cumplen funciones imprescindibles para las personas con párkinson, familiares y personas cuidadoras, como acompañamiento, formación, información y orientación. Además, cubren las lagunas terapéuticas existentes, ofreciendo las terapias necesarias para la mejora de la calidad de vida de las personas con párkinson (fisioterapia, logopedia, psicología, terapia ocupacional, trabajo social etc.)
“Como Federación, nuestro compromiso reside en la defensa de derechos de las personas con párkinson. Por ello, creemos necesaria la puesta en marcha de políticas públicas que garanticen una asistencia sociosanitaria de calidad apoyando al movimiento asociativo para que, con recursos limitados, puedan seguir dando respuesta a las lagunas asistenciales existentes”, afirma Andrés Álvarez, presidente de la Federación.
La Asociación Párkinson Soria viene prestando desde hace 25 años un servicio sociosanitario a los enfermos de Párkinson y a sus familias para mantener y potenciar la autonomía e independencia personal, mediante terapias complementarias, prestadas por profesionales titulados de fisioterapia, logopedia, terapia ocupacional, entrenamiento cognitivo y asistencia psicológica, para personas afectadas de Párkinson; así como información y apoyo a sus familiares y cuidadoras.
Actualmente cuenta con 144 socios de los cuales 44 son usuarios. 35 de estos usuarios reciben terapias en el Centro de Rehabilitación de Párkinson Soria, situado en el Hospital Virgen del Mirón, 4ª planta. Así mismo se atienden a 4 usuarios en el Centro de Rehabilitación de Párkinson Almazán. Otros 4 se atienden en San Esteban de Gormaz y 1 en San Leonardo de Yagüe. Este grupo recibe terapias rehabilitadoras, con fisioterapeutas titulados, profesionales autónomos, con los que se tiene establecido un acuerdo remunerado de colaboración.