El presidente de la agrupación agradece la fidelidad de los asociados y anima a mantener la afición por la caza.
El club de cazadores San Saturio de Soria celebraba, en los locales del Círculo Amistad Numancia de la capital soriana y hace escasas fechas, un emocionante acto de homenaje a sus cazadores más veteranos, a los que se les impuso la medallas de oro y de plata, al haber cumplido 50 y 25 años, respectivamente, de pertenencia a la sociedad. El presidente, Manuel Fernández, que estuvo acompañado por la práctica totalidad de los miembros de su junta directiva, tuvo palabras de reconocimiento para todos y cada uno de los galardonados, en el momento de hacerles entrega de las distinciones.
También se reconoció la labor Jesús Ormazábal, recientemente jubilado, memoria viva de la sociedad en los últimos cuarenta años. El acto finalizó con unas palabras del presidente, en las que, entre otras cosas, tras agradecer la asistencia a este acto destacó que la jornada era “muy importante y especial” al tratarse del día del socio.
Fueron entregadas medallas de plata a 28 socios que han cumplido más de 25 años y la insignia fue para Alfonso Díez, por el medio siglo en el seno de la agrupación. “Prácticamente toda la vida”, indicó el presidente.
Fernández también manifestó que en el acto “queremos reconoceros a todos vosotros, en nombre de los demás socios, vuestro cariño y vuestra lealtad a nuestro club durante todo este tiempo. Cuando en 1933, un grupo de sorianos entusiastas de la caza y de la pesca creó la Sociedad de Cazadores San Saturio, estoy seguro que ninguno de ellos estaría pensando en que llegaría hasta nuestros días, casi 100 años después”.
Del mismo modo, con transmitió el orgullo que supone ser parte de la sociedad de cazadores más antigua e importante de España y el Club Deportivo más antiguo de la Provincia de Soria. “Si esto ha sido posible, ha sido gracias a vosotros y a tantos y a tantos cazadores sorianos de nacimiento, y también de adopción, que por su cariño y cercanía nos han acompañado a lo largo de nuestra historia en recordadas jornadas de caza. Muchos de vosotros, sobre todo los más antiguos, habéis visto pasar en todos estos años a buenos y malos presidentes, a recordados guardas y esforzados trabajadores, habéis cazado en cotos antiguos y en otros nuevos”.
También con nostalgia recordó las miles de anécdotas vividas por todos aquellos amigos que formaban parte de “nuestra querida cuadrilla de caza y que ahora ya no están entre nosotros o ya no nos acompañan en la actividad cinegética”.
El presidente igualmente se refirió a tiempos atrás, donde fueron vividas “excelentes temporadas de caza” mientras que actualmente “nos hemos tenido que acomodar a nuevas normas” y a una actividad “más respetuosa con las especies, con nuevas modalidades y limitaciones impuestas por las circunstancias del medio natural que nos rodea y por la legislación actual”.
Agradecimiento además a los socios más antiguos que “siempre habéis estado ahí, dando un paso adelante para hacer frente a situaciones de graves crisis económicas como las que hemos vivido en estos años, o también venatorias, que incluso a veces han puesto en peligro la subsistencia de nuestra sociedad”. Hizo lo mismo por el “cariño y fidelidad” hacia la agrupación con el deseo de que “sigáis con nosotros todo el tiempo posible” hasta que la salud y la afición lo permitan. que vuestra afición a la caza y vuestra salud os lo permita”.
El acto finalizó con las felicitaciones de todos a los distinguidos, en especial a Alfonso Enrique Díez, por sus cincuenta años como socio.
Insignia de Oro
Insignias de plata
Aquellos socios que no pudieron acudir al acto para recibir su insignia conmemorativa pueden recogerla en la sede de la sociedad.