El conjunto soriano disputa su tercera fase de ascenso a Plata en apenas cuatro temporadas. Tras ella, el técnico catalán afrontará una nueva etapa profesional en el BM Torrelavega.
Jordi Lluelles podría ser perfectamente el Sr. Keating de la película ‘El Club de los poetas muertos’. El técnico catalán, que desembarcó hace cuatro campañas en el Balonmano Soria, ha enseñado a los diferentes grupos que ha dirigido a perseguir sus sueños hasta el final. Con tres play off de ascenso y un curso en División de Honor Plata a sus espaldas, el preparador afronta su última misión a los mandos de la nave amarilla, antes de emprender una nueva etapa como segundo de Jacobo Cuétara en el BM Torrelavega de Asobal, máxima categoría nacional.
Centrado en el “carpe diem” y en aprovechar cada segundo del trabajo diario, el entrenador pone los cinco sentidos en una fase de ascenso que se disputará del 17 al 19 de mayo en el San Andrés. “Es el reconocimiento al trabajo de todo el año. De cara a esa cita, necesitamos tranquilidad e ir paso a paso”, manifiesta. Coincidiendo con él, dos pesos pesados del vestuario como Dani Vallejo, capitán que acumula siete temporadas en el club, y Jeremy Figueredo, uno de los referentes en el juego amarillo, destacan la importancia del primer partido de una fase que se divide en tres encuentros a vida o muerte.
Tras romper varios récords de victorias a nivel nacional y finalizar la liga regular en primera posición, los de Jordi Lluelles llegarán a los play off como uno de los conjuntos a batir. No obstante, nadie de la entidad se fía: “Son totalmente distintos al resto de la liga. El primer año nadie daba un duro por nosotros y ascendimos en Lanzarote. La ventaja con la que contamos es que hemos vivido varias fases como estas en los últimos tiempos”. En esa dirección, Vallejo reconoce que “a cualquier equipo le podría dar miedo, entre comillas, enfrentarse a nosotros”. Sin embargo, el veterano jugador hace hincapié en que, “si no hacemos las cosas como venimos realizándolas, una derrota podría tirar por tierra todo el trabajo de este año”.
El club, encabezado por su presidente, Carlos Heras, ha hecho un esfuerzo enorme por traer la fase de ascenso a Soria. A pesar de que la decisión de la Federación se hizo esperar hasta el pasado lunes, la entidad ya tiene todo preparado en un San Andrés que dispondrá de gradas supletorias para contar con el mayor numero de aficionados posible.
Aunque en los últimos días se barajaron varias opciones para servir de sede en la capital, Lluelles siempre destacó la importancia de que se llevara a cabo en el San Andrés: “Es nuestra casa y nos conocemos cada rincón. Cambiarlo a Los Pajaritos supondría perder la condición de locales”. Al igual que el técnico, Figueredo incide en la relevancia del factor ‘Sanan’, afirmado que “será una experiencia única que viviremos con una afición que nos vendría muy bien”.
En cuanto a los rivales, los sorianos se enfrentarán al BM Romo, al Lanzarote y a La Roca. El primer encuentro tendrá lugar el viernes a las 18:30h., el segundo el sábado a la misma hora y el último el domingo a las 12:30h.
Independientemente del contrincante que tengan enfrente, los amarillos intentarán brindar a Lluelles la despedida que se merece, dejando al BM Soria en División de Honor Plata. A pesar de que el catalán todavía no piensa en el adiós, por su obsesión con el día a día, asume que conseguir el ascenso “supondría devolver a Soria todo lo que me ha dado”.
El entrenador del BM Soria no quiere acaparar el protagonismo de lo logrado durante estos cuatro años: “Me parece egoísta. Hay que reconocer el trabajo de mucha gente”. Sin embargo, sus pupilos son conscientes de que el técnico ha cambiado la historia de la entidad. Para Vallejo, este ha supuesto “un antes y un después, marcando una época en un equipo al que profesionalizado”. En el lado más personal, el capitán, un tanto emocionado, le agradece la confianza que le ha dado y el trato que le ha proporcionado, “ayudándome en entrenamientos extra”. No duda en elegir el calificativo: “Un auténtico referente”.
Comprendiendo la decisión del técnico y alegrándose por el paso adelante que la marcha va a suponer en su carrera, ambos afirman que la noticia de su salida en enero “fue todo un jarro de agua fría”.
Por ello, sus pupilos, en el último baile de Jordi Lluelles en el banquillo soriano, lucharán por brindarle una despedida de ensueño. En vez de subirse a los pupitres como los protagonistas de ‘El club de los poetas muertos’, los jugadores, intentarán sacar su mejor versión en la pista, para ascender a Plata.