Lluelles se despide de Soria: “La vida es caprichosa, quién sabe si puede darse una segunda etapa”

El BM Soria ha vivido una mañana llena de emociones. El entrenador de la nave amarilla, Jordi Lluelles, se ha despedido de la que ha sido su casa durante las últimas cuatro temporadas, acompañado por el presidente de la entidad, un Carlos Heras, visiblemente emocionado. Este ha sido el primero en tomar la palabra para agradecer al técnico su papel a lo largo de estos cursos.

“Por una parte, es un momento agradable, dado que Jordi se marcha porque ha visto recompensado su buen hacer aquí. No obstante, es también muy triste porque se va un enorme entrenador y un buen amigo con el que he pasado muchos momentos”, ha explicado el máximo representante del club.

Valoración de la temporada

El preparador catalán ha catalogado de “espectacular” una temporada en la que ha batido varios récords nacionales al encadenar 30 victorias consecutivas en una liga doméstica en la que finalizó en la primera posición. No obstante, Jordi se va con la espinita de no haber podido conseguir el ascenso a Plata en la fase que se disputó la pasada semana en el San Andrés: “No estamos satisfechos porque no hemos logrado subir. Nos faltó controlar pequeños detalles en los últimos minutos de la primera parte ante Lanzarote. Ahora, no se le puede reprochar nada a una plantilla que se ha dejado todo”.

Analizando el último duelo ante La Roca, en el que la actuación arbitral tuvo mucho protagonismo, el entrenador del BM Soria ha destacado "lo difícil que fue reaccionar anímicamente después de lo que ocurrió un día antes”.

Emoción a flor de piel

Una vez finalizó el encuentro, Jordi Lluelles no pudo contener las lágrimas al observar un mural, preparado por los padres de los jugadores de la cantera, en el que se podía leer ‘Gracias Jordi’. “Dicen que vienes a Soria llorando y te vas llorando. En mi caso, aterricé aquí muy feliz porque sabía a dónde venía y que iba a encajar. Sin embargo, no pude controlar las emociones ante La Roca”.

Con todo ello, el técnico culminó una despedida que empezó a fraguarse en el parón de navidades, momento en el que se planteó si debía continuar. En esa dirección, el técnico catalán ha recalcado que “una experiencia de un quinto año suele ser negativa y esta campaña era la idónea para dar un paso atrás”.

Asimismo, ha augurado un futuro muy prometedor a un club que no para de crecer y al que no cierra las puertas de cara a regresar a un futuro: “Cualquier persona de la entidad tiene mi teléfono para que le pueda ayudar en lo que haga falta. El destino es caprichoso y quién sabe si puede darse el caso de que regrese”.

A tal efecto, ha hecho hincapié que nadie es imprescindible, aunque ha incidido en la importancia que tiene un Carlos Heras en un proyecto que cuenta con unos cimientos fijos desde que empezó a rodar. Con ese mensaje de cariño hacia el presi, Jordi Lluelles ha puesto punto y final a una etapa en la que ha cambiado por completo al equipo y en la que se ha ganado el cariño de todos los sorianos. ¡Gracias, Jordi!