Javier llevaba varios años tratando de convencer a Mónica para ocupar este cargo. “Me viene machacando desde que nos casamos en 2009. Al final entre él y la familia, me han convencido”, manifiesta entre risas.
La ilusión predomina este año en la cuadrilla de La Mayor. Después de mucho tiempo soñando con este momento, Javier Alonso ha convencido a su mujer, Mónica Jiménez, a dar el paso. “Me lleva machacando desde que nos casamos en 2009”, manifiesta entre risas una jurada que también afirma que su familia ha tenido mucho que ver.
Tras muchos intentos, este ha conseguido ejercer la alcaldía en un barrio en el que ya lo hicieron sus padres en 1988: “Nos apuntamos en La Mayor y en La Blanca. La suerte nos sonrío en el sorteo y pudimos continuar con la tradición familiar”.
Los jurados iniciaron esta nueva etapa de su vida en un Catapán, pasado por agua. Al ver cómo se estaba desarrollando el día, ella temía que la gente no saliera. Nada más lejos de la realidad. Los sorianos respondieron como la tradición manda y la plaza “estaba llena, hasta cuando empezó a jarrear; fue una jornada muy emotiva”.
Después de ese primer acto oficial, los jurados, junto con sus colaboradores, recorren las casas del barrio. Con un tope de 900 vecinos, estos ya han superado la cifra de los 700 a varias semanas de que arranquen los festejos en una zona de la ciudad que se caracteriza por tener “personas muy mayores y numerosos apartamentos turísticos”.
Precisamente, la gente más veterana en estas fiestas es la que se muestra más ilusionada: “Se agradece muchísimo. Cuando nos cogen los telefonillos, nos dicen que subamos para verlos”. Alentados por esos gestos de cariño, estos ya han visitado las casas del barrio hasta en cinco ocasiones para que nadie se quede sin la oportunidad de ser partícipe de estos días.
Al mismo tiempo, otros sorianos pasan a apuntarse por un local que ha cambiado por completo con la ayuda de los 48 niños que conforman la cuadrilla. Entre dibujos curiosos y un rincón familiar, sobresale una pared dedicada a la hija de la pareja. “Aparece montada en su caballo. Es su gran pasión”, apuntan los padres. Junto a todo ello, también reluce con luz propia un logo, realizado por Javier. Este lo diseñó para su grupo de amigos, pero, retocándolo un poco, lo ha empleado para La Mayor.
Por otra parte, tampoco faltan unas botas que se subastarán en el Sábado ‘Agés’. Con colores vivos, muy vinculados a la tauromaquia, estos han conseguido varios obsequios “preciosos que llaman la atención de todos los que vienen”. Por ellos, pujarán unos sorianos que bailarán acompañados por la charanga, ‘El Cachondeo’.
Mónica Jiménez no puede esconder su ilusión por disfrutar de la procesión del Lunes ‘de Bailas’ como una de las protagonistas. No obstante, tampoco se olvida del desfile de un Domingo ‘de Calderas’ al que acuden todos años la familia al completo, vestidos de piñorros y piñorras.
Por su parte, Javier también siente mariposas en el estómago cuando piensa en el Lunes ‘de Bailas’, dado que muchos de los últimos años no ha podido estar por asuntos laborales. Sin embargo, todavía hay un instante que aguarda con más ganas: “Dar el pregón sería la bomba. Toda la gente nos dice, anda cómo lo leáis vosotros. Es algo que pasa una vez en la vida”.
Por último, esperan conocer el Viernes ‘de Toros’ desde otra perspectiva, especialmente el momento en el que se coloca el cachirulo al astado. Con todo ello, Javier Alonso y Mónica Jiménez no esconden sus ganas de descubrir unas fiestas de San Juan, totalmente nuevas, desde un punto de vista diferente.