Severino Lafuente celebra su siglo de vida en El Burgo

Est sábado, la residencia Benilde, perteneciente al Grupo Latorre en El Burgo de Osma, ha acogido la celebración del especial cumpleaños de Severino Lafuente Carretero, que hoy conmemora un siglo de vida. La jornada ha comenzado con una celebración eucarística, oficiada por Jesús Lapeña, en la capilla del centro, acompañado de familiares, amigos y vecinos que no han querido perderse el acontecimiento.

También ha asistido al acto el diputado provincial Daniel García, quien ha hecho entrega al homenajeado de una placa conmemorativa y una copia del acta de su nacimiento. Además, ha estado presente el alcalde burgense, Antonio Pardo, para hacer lo propio con un obsequio y para ha transmitir la felicitación en nombre de toda la corporación municipal.

Severino Lafuente Carretero nació en El Burgo de Osma el 8 de junio de 1924. Sus padres, Basilio y Antonia, junto a sus hermanas, Elisea y Cristina, formaron una familia humilde dedicada al negocio del transporte de mercancías, primero con carros y después con pequeños camiones.

El ahora ya centenario, a temprana edad, se incorporó de ayudante de su padre, que falleció inesperadamente en los años 50, y tuvo que hacerse responsable del negocio como trabajador autónomo, hasta que se jubiló en los años 90. Contrajo matrimonio con Catalina Poza en 1950 y tuvieron tres hijos, Severino, Mercedes y María Ángeles. La familia llevó una vida austera y sacrificada, de forma que fueron capaces de facilitar estudios universitarios a su prole.

Ha participado en la vida social de El Burgo. Es miembro de la Cofradía de los Misterios y Santo Entierro de Cristo. Mientras pudo, dirigió el paso de La Soledad en las procesiones de Semana Santa. Durante 1993 fue elegido presidente del Centro de la Tercera Edad San Agustín, en la villa episcopal. Estuvo tres años al frente y, bajo su presidencia, fue construido el centro actual, ubicado en la calle Eleta. También participó en la junta directiva del Sporting Club Uxama.

Actualmente está viudo, vive en el mencionado centro residencial y continúa con su carácter alegre, como así lo ven sus cinco nietos y cinco biznietos.