El consejero de la Presidencia, Luis Miguel González Gago, y el consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Gerardo Dueñas, han visitado las nuevas instalaciones de la Bodega Díscolo, en el municipio zamorano de El Pego.
El cultivo de la viña en Castilla y León es una de las actividades mayormente vinculadas al mundo rural, y representa una parte imprescindible de la economía autonómica, en especial por su capacidad de fijar población, al tratarse de una actividad que no permite la deslocalización. No en vano, un 3,1 % del PIB de la Comunidad depende directamente de la producción vitivinícola, con una facturación anual de 1.000 millones de euros, una extensión de 83.000 hectáreas de viñedo, el mantenimiento de 750 bodegas, y el amparo de 33.000 puestos de trabajo.
Así lo ha resaltado el consejero de la Presidencia, Luis Miguel González Gago, durante la visita a esta nueva bodega en la comarca de Toro, una Denominación de Origen que cuenta con más de 5.000 hectáreas de viñedo, más de 60 bodegas y 850 viticultores. En palabras del consejero, “este tipo de iniciativas empresariales refuerzan la economía local y contribuyen de forma notable a dinamizar el medio rural”.
Esta nueva bodega que hoy se inaugura será también un futuro centro de divulgación y promoción del vino y del territorio, aunando tradición y modernidad con el objetivo de ofrecer una experiencia enriquecedora para los cinco sentidos. De esta manera, también contribuirá a seguir extendiendo el turismo rural asociado al vino, que tan importante es para la economía de esta Comunidad.
El consejero también ha resaltado el papel que representa el sector vitivinícola en los mercados internacionales. Cabe recordar que el vino es un vehículo de transmisión de la cultura de Castilla y León a un sinfín de países, entre los que se incluyen los estados europeos, Estados Unidos, y las grandes potencias asiáticas.
Por estos motivos, González Gago ha reafirmado el apoyo que la Junta de Castilla y León brinda a este sector, a través de ayudas directas, medidas que favorecen el relevo generacional, la promoción del uso de tecnologías de vanguardia, y la apuesta por una fiscalidad favorable para el medio rural. Así se lo ha trasladado a los socios de la Bodega Díscolo: “vuestra labor es encomiable porque refuerza la economía local y contribuye de forma notable a dinamizar el medio rural. Debemos seguir trabajando por hacer este sector un mundo atractivo para los jóvenes castellanos y leoneses”.