Sustituyen el gasóleo de su caldera por la red sostenible de calefacción urbana.
Red de Calor de Soria ha dado la bienvenida a otros 25 usuarios más. Se trata de los propietarios de los inmuebles situados en calle Doctrina número 8 de la ciudad.
Durante al menos los próximos diez años utilizarán el sistema de calefacción urbana sostenible que ofrece la red para su servicio de calefacción y agua caliente sanitaria, “así se desvinculan del gasóleo que es el combustible fósil que utilizaban hasta ahora, y no sólo se apagará su caldera sino también los humos altamente contaminantes que desprendía la chimenea del edificio”, explica Ángel Sainz, responsable de Red de Calor en Soria.
Los 25 vecinos comenzarán a reducir de las emisiones de CO2 a la atmósfera de Soria en 58 toneladas anualmente, que multiplicado por diez años de contrato son 580 las toneladas ahorradas al medio ambiente soriano.
“Si una comunidad de vecinos quiere conectarse y seguir el ejemplo de las más de 5.600 viviendas que ya utilizan la Red de Calor, es tan sencillo como preguntar a su administrador de fincas, o venir a visitarnos a la calle Medinaceli, haremos un estudio de su sistema para preparar una oferta adaptada a sus necesidades con el mejor ahorro posible; posteriormente acudiremos a las reuniones de vecinos para explicar el servicio y la sencilla manera en la que les conectamos la Red, a partir de ese momento solo pagarán por la energía térmica que consuman”, ha expuesto Sainz.
Red de Calor de Soria también es agente rehabilitador, y si un edificio aún no está conectado su entramado y necesita una rehabilitación energética, REBI lleva a cabo la gestión integral, incluida la tramitación de las ayudas públicas para conseguir el máximo del 80 por ciento de la subvención. Los vecinos se pueden ahorrar, como mínimo, un 45 por ciento del gasto energético. En resumen, entre el 80 por ciento de subvención, la reducción de consumo y la reducción de precio, resulta una rehabilitación energética a coste cero.
Bajo el punto de vista sanitario, el abastecimiento de calefacción mediante una central térmica de biomasa ofrece ventajas significativas en comparación con el uso de combustibles fósiles como el gas y el gasóleo. La biomasa únicamente emite partículas finas (PM10 y PM2.5), así como compuestos orgánicos volátiles que, con tecnologías modernas y adecuadas medidas de control como los filtros que utilizan las centrales de calor, son prácticamente nulas. En contraposición, los combustibles fósiles, al ser quemados, liberan una serie de gases contaminantes como dióxido de carbono (CO2), óxidos de nitrógeno (NOx) y dióxidos de azufre (SO2), además de partículas finas que tienen un impacto más perjudicial para la salud pública.
Los combustibles fósiles, al emitir grandes cantidades de CO2, contribuyen significativamente al cambio climático, que a su vez agrava problemas de salud a nivel mundial, como el aumento de enfermedades respiratorias y cardiovasculares. Los NOx y SO2 también son responsables de la formación de smog y lluvia ácida, afectando negativamente tanto la salud humana como el medio ambiente. Estos gases irritan las vías respiratorias y pueden exacerbar enfermedades como el asma y la bronquitis.