Las pujas por las botas baten récord este Sábado Agés

La tarde del Sábado Agés comenzaba contenida en los exteriores de las doce cuadrillas sanjuaneras. El tiempo amenazaba lluvia y sorianos y forasteros han tardado en calentar motores. El vino tinto dulzón ha tenido que correr con alegría para empezar a calentar corazones y bolsillos, pero los subastadores han logrado su misión y esta noche podemos hablar de cantidades récord.

Las botas han sido, como suele suceder, los objetos más preciados entre los asistentes. Se comenzaba pagando por ellas en torno a los 400 euros. En la cuadrilla de Santa Bárbara, por ejemplo, se pujaba esa cantidad en torno a las 20:00 horas por una bota en la que se puede observar una bella ilustración de un toro bravo tras los arcos de San Juan de Duero.

Poco después, la cifra ascendía en Santo Tomé San Clemente y San Martín. Una bota con un dibujo sobre un reconocido rincón de la Alameda de Cervantes se subastaba por 725 euros.

En El Salvador se pagaba 800 euros por una pieza que se puede considerar toda una obra de arte. Un torero de espaldas, con un uso magistral de las luces y las sombras, ha enamorado al pujador y a la mayoría de presentes.

Por encima de los 1.000 euros

A partir de las 21:30 euros se desataba definitivamente la locura sanjuanera en la capital soriana. En la cuadrilla de La Mayor se lograba la espectacular cifra de 1.020 euros por una pieza con otro torero de espaldas, el motivo que sin duda ha triunfado este 2024. Un grupo de amigos decidía pujar para regalársela al jurado y este la recibía envuelto en emoción.

De las siguientes cifras no tenemos, por el momento imágenes, pero podemos confirmar la información al 100% En la cuadrilla de San Juan se alcanzaban los 1.500 euros por una bota "más que especial" para la jurada. Marta Alonso contaba a Soria Noticias que en ella se habían dibujado la "por un lado la bajada a las Bailas de mi peña al cuadro y por el otro a mi marido junto a mi hijo". Antes de concluir los Agés aseguraba que no conocía al pujador, pero que "le hemos invitado a cenar en la cuadrilla".

Todas estas son cifras asombrosas, pero sin duda la que ha llamado la atención de todos es la que se conseguía en Santiago. Allí se pagaban 2.200 euros por una joya que alguien guardará con cariño y esmero desde esta noche.