Ocenilla estrena su sello
El nombre de la localidad saluda a los visitantes gracias al esfuerzo vecinal y para rendir recuerdo a las antiguas escuelas y a sus maestros.
Todos los pueblos tienen su seña de identidad, que los hace únicos, con todas sus particularidades y virtudes. Antaño, la cartelería al pie de la carretera ya daba constancia del nombre de cada uno de ellos, si bien durante la última década, y com mayor profusión en los últimos años, la nominación como un elemento urbano más está siendo aplicada en muchas localidades.
Es el caso de Ocenilla, a la falda de la Sierra de Cabrejas y compartiendo vistas con Valonsadero, donde sus vecinos no han querido quedarse atrás, pese a ser una entidad agregada al municipio de Cidones.
Así, han materializado, con sus aportaciones económicas, una una estructura de hormigón armado, recubierta de piedra arenisca y ladrillo rústico con las siete letras que sustantivan a la població con una caligrafía excelente. Las dimensiones son de 6 metros de largo por 2,10 de alto. Según apuntan, es un homenaje a las escuelas y maestros de antes quienes enseñaron a escibir con una tipografía legible, sin menospreciar el apoyo que brindaban aquellos cuadernillos 'Rubio' con ese color verde algo azulado.
No falta la abubilla, ave que sirve de gentilcio a quienes son de Ocenilla y que corona a la 'i'.
Testimonio imperecedero que afianza la identidad de un pueblo que sigue esforzándose, en el espíritu, en sus raíces y en la personalidad propia y única.