Francia busca reinventar los Juegos y revitalizar el movimiento olímpico. 10.500, totalmente paritarios, competirán en 43 deportes por unas medallas olímpicas que van adornadas por un trozo de la torre Eiffel. París lucirá sus mejores espacios con competiciones al aire libre en instalaciones temporales y busca revitalizar sus peores barrios con una Villa Olímpica que se convertirá en viviendas. La inauguración, histórica, será en 100 barcos que surcarán un ‘potabilizado’ río Sena.
París se convierte este verano en la segunda ciudad del mundo, tras Londres, en albergar 3 veces los Juegos Olímpicos, aunque bien es cierto que las anteriores citas datan de 1900 y 1924. La capital gala no tuvo rival para ser nombrada sede, tras llegar el COI a un acuerdo con Los Ángeles que los celebrarán en 2028. Brisbane (en Australia) será olímpica en 2032 en ausencia de otras candidaturas. Durante este siglo hemos visto JJOO ruinosos económicamente (Atenas 2004), otros cuyo impacto quedó muy lejos de lo esperado (Río 2016), unos muy cuestionados por celebrarse en una dictadura (Pekín 2008) y los últimos marcados por una pandemia y celebrados sin público (Tokio 2020). Con Comité Olímpico Internacional siempre marcado por la sombra de la corrupción, es evidente que el movimiento olímpico no pasa por su mejor momento. Con todo el chovinismo francés a sus espaldas, París busca seguir la estela de Londres 2012 y organizar los primeros Juegos Olímpicos de una nueva era.
Paris quiere unos Juegos Olímpicos abiertos, sostenibles, integradores y seguros. Ambiciosa, histórica y diferente son otros adjetivos que también le caen bien a la cita. Para evitar el derroche de ediciones pasadas, París ha apostado por usar sus numerosas instalaciones deportivas ya existentes como el Stade de France o el propio Roland-Garros. Sin embargo, muchas de las competiciones se producirán al aire libre en instalaciones temporales ubicadas en alguno de los rincones más emblemáticos de la ciudad. A los pies de la torre Eiffel se disputará el vóley playa, el palacio de Versalles será el telón de fondo perfecto para las pruebas de hípica, los Inválidos el del tiro con arco y la plaza de la Concordia será el lugar para los nuevos deportes urbanos.
En total, los Juegos Olímpicos de París 2024 cuentan con 35 sedes. De ellas, solo 13 se ubican en París, una de las capitales más pequeñas de Europa, y otras 12 lo hacen en el área metropolitana de la ciudad, el denominado Grand Paris. Las sedes que faltan son, además de los estadios de fútbol repartidos por todo el país como ya es tradición, el campo de tiro de Chateauroux, el puerto de Marsella que acogerá las competiciones de Vela y la exótica isla de Tahití, enclavada en la Polinesia Francesa, en el océano pacífico donde tendrá lugar la competición de surf.
Junto a los estadios, la gran construcción de unos Juegos es su Villa Olímpica. Aquí aparece el concepto de integración. La Villa Olímpica ha sido construida en el Grand París, en uno de los banlieues (suburbios) más interraciales, pobres y conflictivos de la ciudad, al oeste del distrito de Saint-Denis, muy cerca del Stade de France. 72 edificios, 3.000 apartamentos residenciales y más de 1.400M€ de inversión recuperando las ruinas de un megaproyecto urbano fracasado. Cuando terminen los Juegos, las instalaciones se convertirán en espacios comerciales, jardines, oficinas y 2.800 nuevas viviendas con las que París quiere contribuir a frenar el problema de la vivienda y revitalizar uno de sus peores barrios.
Todo ello con el enorme reto de fondo de no colapsar los servicios una de las urbes más pobladas de Europa y la más visitada del planeta. La apuesta de la ciudad de ampliar su red de transporte público en la metrópoli (el plan Grand Paris Express) no ha llegado a tiempo y el metro tampoco será gratis estos días, como prometieron. Sin olvidar, claro está, la seguridad. Francia vive de manera constante en alerta máxima por riesgo de atentado yihadista y para la cita ha desplegado en París un amplio despliegue de policía y ejército, pero también de tecnología y controles que bien podrían quedarse una vez terminado el evento.
Unos Juegos seguros y a la vez abiertos a los parisinos. Sedes al aire libre y emblemáticas, inversión centrada en infraestructuras y no en estadios, una villa olímpica que será una pieza más en el complejo puzle de la integración y un legado verde (se ha limpiado el río Sena para que sea la sede de las pruebas de aguas abiertas) para el futuro de la ciudad. París, la ciudad de la luz, quiere coger la antorcha olímpica del deporte, las ciudades y las sociedades del mañana.
Por primera vez en la historia, la ceremonia de inauguración de unos Juegos Olímpicos no será en un estadio. La candidatura ha elegido usar uno de los escenarios más bellos del mundo (el río Sena y sus orillas salpicadas por el Louvre, Notre-Dame o la Torre Eiffel) para que los mejores deportistas del planeta se presenten al mundo a bordo de unas coloridas embarcaciones. 100 barcos (los más pequeños de los 206 Comités Olímpicos Nacionales deberán compartir) y más de 10.000 atletas desfilarán ante más de 600.000 espectadores -la cifra más alta de la historia- la mayoría de los cuales verá el espectáculo con una invitación gratuita. Se esperan otros 1.500 millones de personas por televisión. La cita comienza este viernes a las 19:30 y podrá verse en La 1 de TVE.
10.500 atletas competirán en París, en los primeros juegos con paridad total de la historia. España acude con 382 deportistas
43 deportes componen estos Juegos Olímpicos, España tiene representación en 37
329 eventos, modalidades o categorías diferentes, España participa en 172.
Cada una de las medallas que se repartirán en los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de París está adornada por una pieza de 18 gramos de hierro original de la torre Eiffel. Han sido diseñadas por la joyería Chaumet.
Los expertos señalan que España podría ganar entre 25 y 30 medallas, eso supondría superar la histórica cifra de Barcelona cuando como anfitriona España se coló sexta en el medallero con 22 medallas (13-7-2).
La mascota, Phryge, es gorro frigio francés, símbolo de la libertad.