El Ayuntamiento y la asociación Tierraquemada han presentado un anteproyecto al Ministerio de Cultura. El objetivo es convertir al que ya es uno de los yacimientos más importantes de la Celtiberia en un "referente turístico nacional".
Garray continúa batallando para que el yacimiento de Numancia adquiera una visibilidad acorde a su importancia. El Ayuntamiento y la asociación Tierraquemada han presentado al Ministerio de Cultura un anteproyecto con el que pretenden convertirlo en un "referente turístico nacional". Piden 12 millones de euros de inversión y se contemplan diversas actuaciones que van un paso más allá del tan reivindicado centro de recepción de visitantes.
Tanto el Consistorio como la asociación celtibérica son conscientes de lo elevado del presupuesto, pero defienden su ambiciosa postura argumentando que "el yacimiento necesita un nuevo empujón, un revulsivo que nos permitan posicionarlo en el mapa", refiere Rubén García, miembro de Tierraquemada.
Por ello, insisten en la necesidad de un punto en Garray que sirva para esa primera bienvenida a los visitantes. Además, un parque arqueológico ubicado en la zona del graderío de La Hoya ofrecería "un centro de experiencias conjugado con un centro de investigación", añade García. Se trataría de un área recreativa donde "se conjuguen las nuevas tecnologías con elementos tangibles para que se puedan llevar la idea de lo que ha significado Numancia en la historia y su importancia con el paso del tiempo", apunta el portavoz de Tierraquemada.
Ayuntamiento y asociación esperan ahora la respuesta de unas administraciones que les trasladaron que "necesitan buscarle un encaje". También reclaman el apoyo de empresas privadas: "Necesitamos que crean en Numancia y crean en nosotros", expresa María José Jiménez, alcaldesa de Garray.
Más de 20 años se lleva hablando de la construcción de un centro de recepción de visitantes para el Yacimiento de Numancia y 20 años lleva Garray esperando algún movimiento concreto por parte de la Junta (la responsable de la promoción turística y cultural) y Gobierno de España (el propietario de los terrenos).
El año pasado parecía que la infraestructura se acercaba más que nunca a la realidad, pues se hablabla de un "desbloqueo" tras varias reuniones con secretarios de estado y responsables ministeriales, tanto de cultura como de turismo. Se llegó, incluso, a arrancar un compromiso de impulso al, por aquel entonces, ministro de Cultura, Miquel Iceta. El adelanto electoral truncó todos estos avances y, de momento, nada hace presagiar que el ejecutivo nacional tenga intenciones de darle continuidad.