La Junta cofinancia con ayudas, por importe de 850.000 euros, proyectos de investigación plurianuales que aporten soluciones innovadoras a necesidades concretas del sector.
En su edición de hoy martes, el Boletín Oficial de Castilla y León (Bocyl) publica las bases reguladoras de la nueva convocatoria de ayudas que, promovidas por la Junta de Castilla y León, a través de la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, potenciarán proyectos de investigación industrial y desarrollo experimental en el ámbito agroalimentario.
Esta línea de subvención, gestionada por el Itacyl, pretende, por un lado, captar talento investigador que participe en proyectos colaborativos público-privados y, por otro, encontrar propuestas innovadoras que resuelvan problemas o necesidades concretas del sector agroalimentario, permitiendo incrementar su competitividad.
Las ayudas, que en la edición de 2023 beneficiaron a un total de seis iniciativas con 790.000 euros, están dirigidas a financiar proyectos promovidos por empresas públicas o privadas, bajo cualquier forma jurídica, corporaciones de derecho público, o las agrupaciones de estas entidades, y desarrollados en colaboración efectiva entre el potencial beneficiario y personal de la Red de Centros Tecnológicos y Grupos de Investigación del Itacyl (REDTEC).
Los proyectos, que deben estar alineados con la Plataforma de Dinamización de la I+D Agraria y Agroalimentaria 2021-2027 del Itacyl y la Estrategia de Especialización Inteligente de Castilla y León RIS3 2021-2027, tendrán una duración máxima de cuatro años. La cofinanciación que reciben puede alcanzar hasta el 80 % de su coste, siendo 158.400 euros el límite máximo por proyecto. Para facilitar su puesta en marcha, los beneficiarios pueden contar un anticipo del total de la subvención otorgada.
Tras el éxito de la primera convocatoria, el Itacyl promueve una segunda con unas bases mejoradas en dos sentidos. En primer lugar, facilitar la gestión de las ayudas, simplificando los trámites, ordenando la información y documentación a entregar y mejorando la distribución de los recursos económicos en atención a las necesidades expuestas por las empresas. Y, en segundo, favorecer la creación de mejores y más amplias relaciones entre Administración pública, centros generadores de conocimiento y sector empresarial. Para ello, se incluyen nuevos tipos de beneficiarios y se modifican las exigencias vinculadas al reparto de tiempos de trabajo incorporando como lugares de realización de la I+D no solo a los centros o grupos de la red REDTEC, sino también a otros centros de I+D públicos, privados o universidades. Con ello, se espera lograr una mejora de la calidad científica de los resultados.
Anunciadas las bases reguladoras, en los próximos días se publicará la convocatoria de esta línea para este año, que abrirá el plazo para que las empresas interesadas puedan presentar sus proyectos.
Los seis beneficiarios de la edición 2023, seleccionados –al igual que sucederá con los de 2024– mediante concurrencia competitiva, protagonizan proyectos con una duración que oscila entre los dos y los cuatro años –plazo máximo para su ejecución–, que abordan temáticas muy diversas como la valorización de efluentes de la industria porcina, el cultivo del amaranto, el aprovechamiento energético en el cultivo de maíz, la aplicación de imágenes satélite para la mejora de la fertilización nitrogenada en cultivos de extensivo, el desarrollo de un bioestimulante para las plantas de frutos secos o la valorización de la carne de buey.
El Bocyl, en este enlace.