T/n vuelve a conquistar la literatura: El retorno del fanfic

“El día que lo iban a matar, Santiago Nasar se levantó a las 5.30 de la mañana para esperar el buque en que llegaba el obispo”. La primera frase de ‘Crónica de una muerte anunciada’, de Gabriel García Márquez, atrapa al lector por ser única y memorable. ¿Y si te digo que hay inicios que captan por ser memorables, pero no únicos?

En nuestro momento más delulu, los adolescentes de los 2010 encontramos Wattpad, una plataforma online en la que publicar nuestros propios relatos románticos. Solían tratar sobre una chica pick-me que acababa en una relación tóxica con un chico guapísimo -a veces con secuestros incluidos-. Generalmente eran fanfics, así que el interés amoroso era tan importante como la historia en sí, porque las lectoras iban buscando un protagonista determinado.

Poco a poco, los inicios singulares dejaron paso a los mismos comienzos repetidos una y otra vez para captar a la gente dejando claro qué trama y tropos iban a ofrecer. En algo sí se parecían a la obra de García Márquez: el final estaba anunciado desde el principio. Y es que como en las obras y comedias románticas, lo único que nos interesaba leer, en realidad, eran las dramatiquísimas idas y venidas amorosas y cómo iban a cortar y volver mil veces. Por ejemplo, tenías a una protagonista que al despertarse se hacía un moño despeinado, se ponía una sudadera grandota, y al bajar al salón descubría que su madre la había vendido como esclava a One Direction. Así sabías que ibas a leer una historia oscurilla de proximidad forzada con Harry Styles. O también podías seguir a una chica a la que ‘obligaban’ a ir al concierto de un tal Justin Bieber, lo que indicaba que en ese relato él se iba a enamorar al ver a la prota leyendo un libro en medio de su show, encarnando la más pura indiferencia. Y no, no me lo acabo de inventar. Ahora, ‘wattpad’ es casi un adjetivo para referirte a algo que tiene un toque adolescente y delulu.

Buscando ayudar al lector a vivir la fantasía se popularizó el recurso ‘t/n’ (“tu nombre”, ‘y/n’ en inglés) para llamar a las protagonistas y que así cada uno lo sustituyera por su propio nombre. Esto fue muy importante en el autodescubrimiento de muchos adolescentes LGTB+, al ser una alternativa a la ficción heterosexual tradicional.

Los fanfics no han pasado de moda. Harry Styles ha sido sustituido por Gavi y Wattpad por TikTok. Y como antes, la toxicidad está presente en clichés que adoran las niñas de 14 años, como dependencia emocional, refuerzo intermitente, apuestas y engaños. Eso sí, echarles la culpa a ellas es negarse a ver que para plasmar estas dinámicas tienen que haberlas aprendido en otro sitio. ¿Soñarán algún día las adolescentes con relaciones sanas? Es la única incógnita, porque en el futuro de los fanfics no hay ninguna muerte anunciada.