El telón que nunca cierra

Con la vuelta al cole viene una de las citas culturales más importantes del año: el Otoño Musical Soriano. Es un festival más que consolidado y referente dentro y fuera de nuestra provincia y suele colgar el cartel de completo en la práctica totalidad de sus variadas funciones. Solo hace falta pasearse por la Plaza Mayor y ver a un montón de gente que, pese a poder obtener las entradas por internet, hacen cola para adquirirlas en taquilla, en muchos casos como una tradición que se repite con el final del verano.

La envergadura del festival se confirma no únicamente con su elevado presupuesto, sino con los nombres que conforman el programa año tras año. Hace tiempo, el Otoño Musical era el comienzo de la temporada del Palacio de la Audiencia, que hacía un parón en verano. Actualmente vemos cómo vivimos en una temporada constante, con una ingente actividad cultural que ocupa todo el año.

El Ayuntamiento hace un esfuerzo presupuestario importante para mantener la cantidad y la calidad de los espectáculos, festivales de todo tipo y actividades o exposiciones que llenan los muchos espacios que han ido incorporándose para acogerlos.

Supone un esfuerzo importante también para los trabajadores y trabajadoras municipales que se vuelcan para que todo salga perfecto, con la enorme complejidad que supone abordar la diversidad de la programación.

Toda esta actividad no sería posible sin el principal protagonista: el público. Las sorianas y los sorianos que abarrotan función tras función las butacas de la audiencia o la gente que viene a visitarnos y se encuentra un teatro de calle. En este último caso, son muchas las personas que trasladan, con cierta envidia sana, que para ser una ciudad de reducido tamaño, contamos con una programación cultural que otros más grandes no tienen.

Seguiremos trabajando en esa línea porque creemos que la cultura, como el deporte, son servicios esenciales a prestar para mejorar la vida de quienes vivimos en Soria.