La última vez que ocurrieron hechos similares en esta zona fue el 6 de agosto de 2017 cuando un vecino de Soria, natural de Gambia, de 22 años, se sumergió en el agua desde un patín acuático de alquiler y se hundió.
El Grupo de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil, desplazado desde Valladolid, están realizando ya desde primeras horas de la mañana las tareas previas a la inmersión para retomar la búsqueda en el embalse de la Cuerda del Pozo del joven de 25 años con residencia en Tudela (Navarra), que se encontraba en un patín acuático de pedales poco antes de 18:00 horas de ayer en la zona recreativa de Playa Pita cuando se lanzó al agua para nadar. Su novia, que lo acompañaba en el hidropedal, vio cómo se hundía sin que pudiera hacer nada por evitarlo. Ella no sabía nadar y él, no demasiado bien.
Ocurrió a unos 500 metros de la zona del embarcadero de Playa Pita, donde se calcula que pueda haber una profundidad de más de 10 metros. El embalse de la Cuerda del Pozo se encuentra actualmente a casi el 60 por ciento de su capacidad.
La Guardia Civil coordinó la búsqueda con patrullas y con los bomberos de Soria, quienes iniciaron la búsqueda con una lancha poco después del aviso al 112 por parte de los testigos, pero esta búsqueda resultó infructuosa. Estuvieron rastreando la zona durante más de dos horas, hasta que anocheció. La Guardia Civil también rastreó el perímetro más próximo del embalse igualmente sin éxito con varias patrullas de Seguridad Ciudadana y otra del SEPRONA (Servicio de Protección de la Naturaleza.
Asimismo, pidió el apoyo de un equipo del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) con base en Valladolid, que llegaron sobre las 22:30 horas al lugar de los hechos. Al ser ya de noche y dado el peligro que entrañaba, no llegaron a sumergirse. Esta mañana, los cinco componentes de GEAS han comenzado las labores de búsqueda.
Van a comenzar realizando búsquedas circulares. La técnica empleada es el fondeo de una boya y se realizan búsquedas en círculo, ampliando estos círculos progresivamente.
Si no este método no funcionase utilizarían una segunda técnica de cuadrículas, acotando diferentes zonas. Se lanzan filieres, que son cabos lastrados, dibujando cuadrículas en el fondo, para saber dónde se ha buscado ya.
Según informa la Guardia Civil, la búsqueda va a resultar complicada al desconocerse el punto exacto donde desapareció, ya que dentro del agua es difícil tomar referencias. Por otra parte, las aguas del pantano son muy turbias. Se tiene visibilidad sólo los primeros 50 centímetros de agua, por lo que la búsqueda es al tacto.
La novia del desaparecido, de 24 años, y los familiares del joven que llegaron después están siendo atendidos por el servicio de psicólogos de Cruz Roja.
La última vez que ocurrieron hechos similares en esta zona fue el 6 de agosto de 2017 cuando un vecino de Soria, natural de Gambia, de 22 años, se sumergió en el agua desde un patín acuático de alquiler y se hundió. Su cuerpo fue encontrado en la mañana del día 10 de agosto.
Con anterioridad, en 2012, un ciudadano uruguayo, vecino de Burgos, desapareció también cuando nadaba en torno a un patín acuático. Su cuerpo fue encontrado el día 25 de agosto cuando su desaparición se había producido el día 23.