Garcés ha estado acompañado por familiares y amigos en una jornada que nunca olvidará. El concierto se ha desarrollado en la Audiencia. Posteriormente, la música ha invadido las calles sorianas con más de 220 músicos de las agrupaciones local y valenciana: “Quería que por una vez fueran ellos los que hicieran el viaje de ida y vuelta”.
Carlos Garcés ha puesto esta mañana el broche de oro a una etapa de 10 años como director de la Societat Musical Instructiva Santa Cecilia de Cullera. Tras anunciar hace tiempo que dejaría su puesto en la agrupación, este virtuoso de la música, de tan solo 38 años, ha logrado cumplir su sueño: “Tenía claro que tenía que ser especial y qué mejor que en mi casa, en Soria. Los únicos que sabían que había tomado esta decisión eran mi familia y José Manuel Aceña. Era el sitio y el momento”.
El director de la banda valenciana se ha despedido en un Otoño Musical Soriano al que considera “un excelente festival” con referentes como Javier Perianes o las orquestas de Navarra o de la Comunidad de Madrid: “Ha sido un orgullo formar parte de este cartel”.
Para celebrar una despedida a la altura de su trayectoria, este ha decidido hacer público un programa “muy bonito” en el que su agrupación “ha demostrado el porqué nos diferenciamos de otras: nuestra gran sonoridad con 130 músicos de una calidad excepcional”. En la primera parte del concierto que ha tenido lugar en el Palacio de la Audiencia se ha interpretado ‘Poema Sanjuanero’ de José Vicente Egea como un guiño a sus inicios en casa y en la banda municipal de la capital.
Posteriormente, para cerrar el concierto, no se ha querido olvidar de su estancia en tierras valencianas con ‘Cançons de mare’ de Rafael Talents: “Ha sido un homenaje a los temas que nos cantaban nuestras madres de pequeños y que se quedaban grabados en nuestra memoria”.
Sin embargo, a diferencia del resto de conciertos que dirige, este no se ha podido dirigir al público al comienzo para explicarles qué iban a escuchar, “dado que estaba muy emocionado y que sabía que iba a llorar; he preferido no hacer el cuadro”.
Con todo, otro de los instantes más emotivos de la mañana ha llegado con el pasacalles que han llevado a cabo las bandas de Cullera y de Soria con 220 músicos, recorriendo los lugares más emblemáticos de la ciudad -al finalizar ambas se han hecho una foto de familia en las escalinatas del Ayuntamiento-. En ese sentido, reconoce que ha sido muy difícil controlar las emociones al estar rodeado de toda su familia y amigos de la infancia, además de por más de 180 personas que han viajado desde tierras valencianas -entre los presentes ha estado el alcalde de Cullera-. “Por una vez quería que ellos fueran los que hicieran el viaje de ida y vuelta (él va todas las semanas, ya que vive en Soria)”, expresa entre risas.
Carlos Garcés asume que en esta profesión hay que cumplir etapas y dejar paso para que otras personas sigan levantando un edificio como este: “Puede sorprender que alguien se vaya de la banda más laureada de los últimos 50 años en Europa, pero no me marcho mal. Estoy muy contento por lo que hemos hecho, por los premios conseguidos, por cumplir con los retos marcados y por haber formado a tantos niños”.
A lo largo de este tiempo, este ha madurado en todos los aspectos. Además, “de tener más canas y menos pelo”, este cree que “he mejorado como el buen vino, dado que la experiencia es un grado,” con elaboraciones más cuidadas.
Una vez finalizado este concierto, que lleva rondando su cabeza un año, espera descansar y estar cerca de su familia, sin pensar en su futuro profesional por un tiempo: “Es algo que necesito. Mi vida ha sido un no parar”.
No obstante, todavía tendrá que dirigir a la banda de Cullera hasta el mes de noviembre. Tras alzarse el pasado año con un prestigioso concurso en Valencia, este se ganó el honor de actuar en el Teatro Monumental de Madrid dentro de dos semanas. A ello, hay que añadirle que desde la dirección de la agrupación le pidieron que aguantará hasta noviembre, mes de los músicos: “Creo que quieren hacerme algún homenaje el día 16, pero lo llevan muy en secreto. La despedida que yo quería ha sido la de hoy. El resto lo considero propinas”.
Con todo ello, Carlos Garcés pondrá el punto y final a una aventura que lo ha consolidado como uno de los mejores directores del panorama nacional e internacional.