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Los rojillos completaron la primera peor mitad de la temporada. No obstante, se rehicieron tras el descanso para sacar un punto de un campo complicado en el que ya cayó goleado uno de los favoritos como el Real Avilés.
El Numancia suma y sigue en su camino hacia el ascenso a Primera RFEF. En esta ocasión, los de Aitor Calle empataron a 1 en el campo del Bergantiños, manteniendo su condición de invictos en la jornada 4. Con diez puntos en este arranque liguero, los numantinos continúan en lo más alto de la tabla clasificatoria con dos unidades más que el Rayo Cantabria.
No obstante, ¿Qué sabor de boca se os dejó el encuentro? Creo que este choque merece dos análisis muy diferentes: por un lado, la primera parte, y por otro, la segunda. Ahora, antes de entrar en valoraciones, creo que es necesario recordar lo igualado de la categoría y lo difícil que es estar al mismo nivel durante todos los choques. Nadie va a ganar los 34 partidos -es una realidad- y ningún combinado va a subir de calle. Si no que se lo pregunten al Numancia el curso pasado o al Hércules, un histórico que tardó tres campañas en huir del pozo de la cuarta categoría del fútbol nacional.
El partido empezó con un cuadro visitante bien colocado en el campo y con hambre en ataque. Los rojillos merodearon la portería contraria con varios centros y con un disparo lejano de David Sanz que atrapó el arquero local. Precisamente, el mediocentro va ganando enteros en el equipo, asumiendo más galones y probando suerte desde posiciones lejanas (este recurso es muy importante en una división en la que la mayoría de equipos se encierran ante el Numancia).
Sin embargo, todo cambio a los pocos minutos. El Bergantiños, que esperaba su oportunidad a la contra, se hizo con el dominio del esférico, cargando las bandas en busca de centros que pusieran en complicaciones a los zagueros sorianos. Por su parte, a los de Aitor Calle les faltó claridad en los metros finales. La visión de Alain Ribeiro desapareció en este tramo del partido, dejando sin ideas a los visitantes en zona de ataque.
Cómo el fútbol, en algunas ocasiones, es justo, el cuadro coruñés se adelantó en el marcador tras un fallo de marcaje numantino. Cristian Moreno entró, totalmente solo, al segundo palo para adelantar a los suyos, poniendo a la escuadra numantina contra las cuerdas. Como las malas noticias, nunca vienen solas, Gexan tuvo que retirarse lesionado en unos minutos en los que los visitantes no supieron reaccionar -era la primera vez que se veían por detrás en el luminoso esta campaña-.
De esa forma, se alcanzó un descanso en el que llegó la hora de Aitor Calle. El entrenador vasco supo darle la vuelta a tortilla para cambiarle la cara a su equipo. Con la única variación de Góngora por Seguín, los numantinos salieron con varias marchas más en busca de remontar.
Estos saltaron al césped como un vendaval, aprovechando la velocidad de sus bandas. En ese sentido, hay que destacar los minutos de Góngora en el campo. El extremo ecuatoriano dio aire fresco al equipo y disipó las dudas que surgieron a su llegada después de experiencias pasadas con compañeros suyos del Independiente del Valle.
Así, se llegó a un minuto 72, clave. Jony saltó al campo y demostró el porqué de su fichaje por el Numancia. El ariete introdujo al fondo de las mallas el primer balón que tocó con un cabezazo perfecto. ¿La asistencia? Un Javier Bonilla que demuestra día tras día que es fundamental en esta escuadra por la calidad que esconde en sus botas.
Ese gol espoleó a un cuadro soriano que buscó el segundo por tierra, mar y aire. Jony y Sanchidrián tuvieron las más claras, pero el marcador ya no se movería. Los locales también pudieron llevarse el gato al agua a la contra, pero el fútbol, como he dicho antes, fue justo repartiendo los puntos entre los contendientes.
Este punto debe servir al Numancia para seguir creciendo, al tiempo que debe ayudar a la afición a mantener los pies en el suelo, recordándoles la dificultad de esta liga. El proyecto tiene muy buena pinta, pero queda mucho por delante.