Artículo de opinión de Eder García, concejal del PSOE en el Ayuntamiento de Soria.
Como es natural en democracia, los partidos políticos tienen una mayor o menor alternancia en la responsabilidad de gestionar y de hacer oposición. Cada una de estas tareas no está exenta de sus propias características y dificultades.
Si nos fijamos en el ejemplo del Ayuntamiento de Soria, aquellos a los que la ciudadanía nos ha llevado a la posición de gobernar debemos asumir la tarea de trabajar en el día a día por el buen funcionamiento de la Casa, con los siempre insuficientes recursos disponibles, e intentar ejecutar el programa que presentamos a la ciudadanía en las elecciones, entre otras cosas.
Es lógico que la acción de gobierno esté examinándose constantemente y es bueno que exista una oposición fuerte que fiscalice esta gestión. Pero esta labor, en mi opinión, también debe ser objeto de examen.
Nos encontramos con un Partido Popular con ausencia total de una alternativa que presentar a la ciudadanía al modelo de ciudad que procuramos desplegar desde el equipo de gobierno. Quizá por ello se vengan repitiendo sus derrotas en las urnas. Pero esa falta de ideas alternativas les lleva a centrar su oposición en generar alarma social y grandes nubes de humo que siembren la sospecha de no sé qué presuntas irregularidades inventadas.
Mientras, las comisiones informativas se convierten en barras de bar en las que comentan las ocurrencias que les surgen sobre la marcha acerca de los proyectos que se les presentan, en vez de plantear alternativas diferentes.
La ultraderecha de VOX, por otro lado, tampoco puede presumir de trabajo. Además de presentar mociones sin sentido en los plenos para buscar titulares no se les conoce actividad en comisiones, denotando la misma ausencia de proyecto que el PP.
Los que estamos en el gobierno de la ciudad no tenemos la verdad absoluta ni, seguramente, las mejores ideas para cada situación. Por ello sería de agradecer una oposición más leal y constructiva.