El exparlamentario socialista soriano Manuel Núñez Encabo publica un libro donde se desgranan las claves para que fuese cancelado el Centro de Investigación Nuclear en Lubia.
'Bomba atómica y Centro Nuclear de Soria' es el nuevo título publicado por el soriano, de Muriel Viejo, Manuel Núñez Encabo. Exdiputado del PSOE, cargo que ostentó entre 1979 y 1993, relata con un libro la historia que, durante un lustro, a caballo entre las décadas de los 70 y los 80 en la provincia, condujeron a desechar un proyecto que estaba previsto ubicar en Lubia. Finalmente, la propuesta, "un coletazo del proyecto Islero", ideado en los cincuenta, con el que el antiguo régimen pretendía hacer de España una potencia nuclear, no culminó. La iniciativa concluyó siendo lo que es el CEDER, (Centro de Desarrollo de Energías Renovables) que sigue aportando novedades de investigación sobre alternativas energéticas limpias y con referencia nacional e internacional.
Según ha relatado Núñez Encabo a Soria Noticias, esta obra sirve como "un recordatorio de la historia de Soria" en una época que, entre 1976 y 1982, con el cambio de gobierno en España, se decidió dar carpetazo a un proyecto que hubiera resultado "peligrosísimo para la supervivencia de la provincia".
Un debate político y social que el libro recoge y que cuenta con el protagonismo del propio autor, quien desgrana su total oposición al proyecto. Intención que ya mostrase durante la campaña electoral de 1979 donde a la postre fue elegido diputado nacional y que tres años después, con la entrada del PSOE en el Gobierno el asunto fue anulado.
El proyecto tenía, en 1976, una ubicación, Soria, un año después de la muerte del dictador. "Con Franco existía la intención de hacer de España una potencia militar, con bombas atómicas y el destino era Soria. ¿Por qué? Porque Soria era un despoblado. No habría protestas en contra".
La cuestión concreta fue el planteamiento ideado de Franco. Tras su fallecimiento, la cosa "siguió, porque en Madrid no podía desarrollarse". El lugar ideal era la provincia soriana, no en la capital del país, donde estaban programados experimentos nucleares en instalaciones universitarias. Sin embargo, conocidas estas pretensiones gubernamentales por la sociedad, en 1977, ya entrada la democracia, tuvo lugar en la ciudad del Duero una manifestación a la que acudieron 10.000 personas para mostrar su repulsa. El rechazo supuso una contundente oposición social a un proyecto que iba a poner en peligro a la provincia como tal y que culminó con el cerrojazo a una iniciativa que no fue adelante.
Núñez Encabo, a lo largo de más de 250 páginas, recoge un extenso y documentado recorrido por este viaje, con intervenciones parlamentarias de distintos signos y lo que reflejó la prensa, local y nacional de entonces, sobre un tema que a la postre impulsó, ya en 1987, la adhesión de España al Tratado de no proliferación de armas nucleares.
El libro, un meticuluso documento, está prologado por Carlos de la Casa. Supone una alabanza a los valores democráticos por lo "injustificado, disparatado y desligitimizado" del proyecto, habida cuenta que cualquier instalación nuclear, tal y como se contempla en España, debe de tener una finalidad pacífica, alejada de potenciales militares y bélicos.