Los hongos son indicadores cruciales del estado de conservación de los bosques. Las setas no solo representan una oportunidad económica sino también un recurso ecológico esencial.
Las setas silvestres comestibles de Castilla y León son un recurso forestal no maderable de gran importancia, altamente valoradas en la gastronomía. El programa Micocyl, impulsado y promovido por la Junta de Castilla y León, apoya un modelo de micoturismo que busca fortalecer las economías rurales y fomentar el desarrollo sostenible de las áreas forestales a través de estas setas. Una de las iniciativas destacadas de Micocyl es la creación de la marca de garantía ‘Setas de Castilla y León’, que certifica la calidad y el origen de este producto. Este sello asegura que las setas seleccionadas cumplen con criterios de seguridad alimentaria, evitando especies tóxicas y garantizando características óptimas como tamaño y apariencia.
En los últimos años, la recolección de hongos ha evolucionado de ser una actividad familiar a convertirse en un importante recurso económico en Castilla y León. En muchas comarcas, la producción de hongos comestibles supera a la de otros recursos tradicionales como la madera y la caza, lo que resalta su relevancia social, especialmente en zonas económicamente desfavorecidas. El micoturismo, que busca conectar a la población urbana con la naturaleza, se ha vuelto esencial para proporcionar ocio y bienestar.
Castilla y León ha sido pionera en la gestión y valorización de este recurso con proyectos ya de muy largo recorrido, como Myas RC (iniciativa pionera realizada en la provincia de Soria y que sirvió de modelo para asentar las bases del actual sistema Micocyl), pero también a través de la puesta en marcha de la marca de garantía ‘Setas de Castilla y León’, además de la llamada a la implicación del sector hostelero a través de los Buscasetas, y, finalmente, con el desarrollo de legislación específica a través del Decreto 31/2017, de 5 de octubre, por el que se regula el Recurso Micológico Silvestre en Castilla y León, que ha conseguido elevar un recurso forestal antes infravalorado a un nivel de excelencia.
Los hongos son indicadores cruciales del estado de conservación de los bosques. Mantener una alta diversidad de hábitats es vital para su crecimiento y reproducción, asegurando no solo su recolección y consumo, sino también la salud de nuestros espacios naturales para el futuro. Así, las setas silvestres comestibles no solo representan una oportunidad económica, sino también un recurso ecológico esencial en la sostenibilidad de los ecosistemas forestales de Castilla y León.
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