El contrataque: El juego debe mejorar, pero qué bien poder hacerlo desde el liderato
El conjunto de Aitor Calle volvió ayer a la senda de la victoria, derrotando a un rival directo por la zona alta de la tabla. Ese triunfo, que le ha devuelto al primer puesto, debe empujar a los sorianos a mejorar un juego que ayer se caracterizó por ser espeso en los metros finales. ¡Qué bien poder trabajarlo desde lo más alto!
El Numancia dio una alegría a su afición al ganar por 1-0 al Rayo Cantabria en un partido muy poco vistoso. Los rojillos se llevaron los tres puntos gracias al tempranero tanto de cabeza de Rubén Sanchidrián, uno de los mejores jugadores del encuentro. Ese triunfo permitió a los de Aitor Calle regresar a la primera posición de la tabla clasificatoria, aprovechándose del empate del Pontevedra en casa del Llanera -para que nos demos cuenta lo difícil que es sacar adelante partidos en esta categoría-.
Vayamos por partes. Los rojillos comenzaron mejor el duelo, saliendo a tener el balón en el campo contrario y eso pronto se tradujo en el único tanto del choque. Un buen centro de Asier Grande, lateral que está creciendo con el paso de los partidos, fue cabeceado al fondo de las mallas por un Sanchidrián que estuvo muy activo.
La primera parte siguió avanzando con un cuadro numantino más incisivo, aunque con falta de ideas en los últimos metros. Aun así, Alain Ribeiro generó alguna ocasión de peligro. Durante esos minutos, la figura de Cristian Delgado resaltó por encima de todos las demás. El mediocentro volvió a mostrar el excelso nivel que enamoró el año pasado a Los Pajaritos, convirtiéndose en el pulmón del equipo. Moustapha y él deben ocupar la medular del equipo.
Precisamente, en esos instantes, el partido contó con un protagonista inesperado. El árbitro del colegio vasco, Jorge Rubio Ortega, se convirtió en el foco de atención del encuentro, sacando amarillas por sacar, pitando faltas inexistentes y expulsando a Aitor Calle por dar indicaciones a sus jugadores. Lo nunca visto.
En los últimos minutos de la primera mitad, los cántabros adelantaron líneas y gozaron de dos ocasiones de peligro que desbarajusto un Kuda, muy seguro. De esa forma, se llegó a un descanso que lo cambió todo.
En los segundos 45 minutos, el Numancia adoleció de falta de ideas para rematar el partido. El equipo soriano jugó a que no pasara nada, cosa que ya hemos visto en otros choques, para amarrar la victoria. Aún con uno más, tras la expulsión de Aitor Crespo en el ecuador de la segunda mitad, los de Aitor Calle no generaron peligro. Su mantra se repitió y su solución fue llevar a cabo numerosos centros laterales que no iban a ningún sitio.
El combinado rojillo debe centrarse en corregir esa versión para seguir aspirando a todo en esta temporada. Con ello, no hay que desmerecer para nada el arranque de temporada de los numantinos, con 28 puntos, cifra superior a la de los dos últimos cursos en Segunda RFEF a estas alturas. Desde el liderato y desde la tranquilidad, la escuadra local tiene que seguir creciendo para evitar que se repitan situaciones como la de ayer en la que no pasó absolutamente nada. El Numancia tiene credenciales para dar más, sobre todo en la faceta ofensiva.
Corregir y aprender es más fácil después del gran inicio de campaña que ha brindado la escuadra de Aitor Calle. Hay que ser conscientes de la dificultad de ir primeros, con tan solo una derrota, tras haberse enfrentado a la gran mayoría de rivales directos por el ascenso a Primera RFEF.