La carta de Sergio García Cestero, director de Soria Noticias.
A usted la política internacional no le interesa. Pero eso da igual porque la realidad de los próximos años hará que se tenga que poner con ella porque le afectará personalmente en su día a día. Y lo que descubrirá entonces no le va a gustar. El viejo orden mundial de un mundo de hegemonía estadounidense con los países europeos como fieles y útiles aliados ya no existe.
Vivimos desde hace años en nuevo escenario geopolítico multilateral donde los polos de poder se presentan en escenarios muy diferentes. Estados Unidos, que continúa teniendo un papel destacado, China, como potencia mundial legítima en todos los órdenes, India, el país más poblado del planeta, Rusia, con su fuerza militar y nuclear y sus ambiciones expansionistas, y Oriente Medio, como el gran polvorín mundial. En esas zonas se parte el bacalao económico, militar, industrial, tecnológico…
Como ve, Europa no aparece por ningún lado. El siglo XXI es el de la decadencia de Europa, que sufrimos de un modo particular en España. Una decadencia que es política, social, militar y económica. Vivimos en un ecosistema que junta un exceso de burocracia, una acuciante desindustrialización, una transición energética viciada, una escasa productividad, un envejecimiento sangrante de su población, una presión migratoria que no sabe usar en su favor y, sí, por qué no decirlo, un exceso de derechos.
Con este panorama, hemos perdido todo el interés para Estados Unidos que ha virado su objetivo hacia el Asia-Pacífico. La victoria de Donald Trump solo hará que acelerar cómo los americanos nos ven como un lastre por nuestra incapacidad para defendernos. Europa necesita recuperar, crear diría yo, una autonomía militar que le permita afrontar su propia defensa de manera independiente y que le garantice libertad en el escenario global.
Rusia, China, Irán y Corea del Norte comienzan a conformarse como un bloque al que unen intereses dispares pero independientes y un odio atroz contra Estados Unidos. Un bloque que cuenta con la simpatía del sur global (Sudamérica y África) tras décadas de desprecio occidental y tras miles de millones chinos invertidos en sus territorios. USA ya ha elegido a sus aliados para esta batalla; Japón, Australia, Corea del Sur, Filipinas, Tailandia, el Reino Unido... y ahí la UE es, simplemente una rémora.
Cuando China invada Taiwán, Trump desate una guerra comercial sin precedentes, Rusia amplie su invasión de Ucrania a otros países o corte los cables de internet submarinos, el avispero de Oriente Medio explote o la Corea del Norte de Kim Jong-un comience a jugar con sus armas atómicas, Europa haría bien en estar preparada y tener independencia tanto militar como productiva, tanto comercial como alimenticia. Vienen tiempos duros donde hacen falta menos regulación, más inversión y un replanteamiento de nuestros derechos y de nuestro sistema. Un dato, que parece coyuntural, pero que resume bien nuestra situación: solo en noviembre, España gastó más en pensiones de lo que va a gastar durante todo 2024 en infraestructuras y en defensa juntos. Vienen curvas.