La San Silvestre Royana cumple 8 ediciones con el sueño de superar los 330 corredores

El Royo espera con ganas la mañana del 31 de diciembre. Esta localidad soriana acabará el año con la octava edición de una San Silvestre Royana que no ha parado de crecer con el paso del tiempo. Organizada por el Ayuntamiento y por el vecino, Santiago Jimeno, esta prueba atrae a corredores de todos los rincones de la provincia.

Las carreras comenzarán a las 11:30h. con los sub-16. Posteriormente, los chavales, los niños y los peques serán los protagonistas. Además, estos servirán de antesala para una categoría absoluta que arrancará a las 12:00h.

Desde la organización se espera superar los 300 participantes: “El primer año fuimos menos porque las inscripciones eran más difíciles de completar”. En estos momentos, ya se han apuntado más de 120 persona en la página web del Consistorio. Los interesados en participar tienen de tiempo hasta las 15:00h. del 29 de diciembre. Los atletas absolutos pagan 8 euros hasta el 21; posteriormente, el precio subirá a 10. Por su parte, los sub-16 y los chavales deben abonar 4 euros, mientras que para los niños y peques la prueba es gratuita.

Los trayectos irán desde los 100 metros hasta los 6.000. Los más pequeños saldrán de la Plaza Mayor y correrán hasta la era. En el caso de los mayores, tendrán que dar dos vueltas. La primera será similar a la de los jóvenes, al tiempo que en la segunda tendrán que ir en dirección Derroñadas.

Una localidad, volcada con la prueba

Decenas de voluntarios colaboran para que las carreras salgan adelante, entregando dorsales, marcando los cruces o suministrando botellas en los distintos avituallamientos. De la misma manera, son fundamentales para el reparto de las migas, almuerzo que se da a todos los participantes una vez cruzan la línea de meta.

Además de ser una cita deportiva, el evento va más allá. Los atletas participan en el sorteo de una cochinilla y en el de una cesta de navidad con diferentes productos. A su vez, los ganadores reciben un trofeo de madera que simula una bellota muy típica de esta zona de la provincia.

“Para el pueblo es una fiesta. Todo esto sirve para darle vida y para atraer a muchísima gente. Vienen corredores de Pinares y de la capital, sobre todo”, manifiesta Santiago Jimeno.

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