Lo más atractivo es, sin duda, la inversión que deben afrontar los miembros: dos euros.
El salón del Ayuntamiento de Covaleda acogió este sábado una reunión para informar a los vecinos sobre una de las últimas iniciativas del Consistorio. Este pretende impulsar una comunidad energética con la que ahorrar en la factura "de todos". La idea es tenerla en funcionamiento antes de un año y su administración se encargará a la empresa CEL Management, que ya gestiona 96 comunidades energéticas a nivel nacional.
La comunidad energética tomará la forma legal de cooperativa y a ella se podrán unir todos los vecinos que lo deseen para reducir los gastos en energía eléctrica de sus hogares o sus negocios. Una instalación común de energía fotovoltaica, que se instalará en el tejado del antiguo matadero les convertirá en productores y consumidores de energía, lo que se traducirá en un ahorro "en torno al 20% de la factura", explicó Víctor Garrido, portavoz de CEL Management.
Lo más atractivo es, sin duda, la inversión que deben afrontar los vecinos que quieran convertirse en cooperativistas: dos euros que les permitirán tener voz y voto en las asambleas del colectivo. "Un cooperativista puede tener varios puntos de suministro y no hay obligación de permanencia", añade Garrido.
El ahorro en la factura de la luz es el objetivo prioritario de la comunidad energética. Se consigue consumiendo energía renovable durante las horas de luz, pero también "buscando un mejor precio, justo y estable, con las comercializadoras que aseguran el suministro durante la noche gracias a agrupar los consumor", apunta el portavoz de CEL Management. El fomento del empleo local, colaborar con el medio ambiente y caminar hacia el cumplimiento de la Agenda 2030 son otros de los beneficios. "Asegurar un ahorro del 20% en la energía puede ser un motivo tractor de nuevos proyectos empresariales", añade José Llorente, alcalde de Covaleda.
Los vecinos tienen de plazo hasta finales de enero para decidir si apuestan por este proyecto. Entonces se abrirá la primera fase de la comunidad energética de Covaleda. No se exige un mínimo de cooperativistas para arrancar, pues "la instalación se adaptará al consumo de los ususarios". Además, la comunidad será "abierta y escalable", y se prevén distintas fases en las que se permitirá la adhesión de nuevos cooperativistas.
"Las instalaciones las paga la cooperativa", puntualiza Garrido. Esto se traduce en que la energía que se consuma durante las horas de luz no tendrá un precio cero a pesar de ser renovable. "Siempre será más barata que con cualquier comercializadora, pero hay que pagar el retorno de la inversión, el mantenimiento de las instalaciones, los seguros y la administración de la coopertativa", es decir, el sueldo de CEL Management.
En unos cuatro años se amortizará la inversión en las instalaciones (que tienen una garantía de eficiencia del 90% durante los primeros 25 años) y bajará más el precio de la energía durante el día. Además, también está la posibilidad de recibir algún tipo de subvención de Europa o del Estado, que "sería para la cooperativa y permitiría reducir el coste de la factura o invertir en instalaciones" para incorporar mejoras como pueden ser unas baterías que aseguren energía durante la noche.
Sin duda, lo que despertará las reticencias de muchos vecinos respecto a este proyecto serán los malos recuerdos. Y es que el pueblo ya tuvo una mala experiencia con una iniciativa de energía renovable. La central térmica de biomasa prometía calentar todas las casas del municipio con los restos de las podas del que se considera uno de los pinares más importantes de Europa. Para adherirse, los vecinos tenían que abonar una señal y renunciar a parte de sus derechos respecto a la suerte de pinos.
La inversión prevista rondaba los 5 millones de euros y el proyecto contaba con licencia urbanística y ambiental. La empresa promotora aseguró que estaba buscando financiación de distintas administraciones, pero desapareció de la noche a la mañana y nunca más se supo.
El alcalde de Covaleda reconoce que uno de sus principales temores es que "asocien una cosa con la otra", pero tranquiliza a sus vecinos asegurando que "son proyectos muy distintos". Insiste en que "el aporte económico es el que es y no puedes perder más". Además, promete "transparencia" en el proceso y añade que "el alquiler que la cooperativa debe pagar al Ayuntamiento por el tejado donde se instalen los paneles fotovoltaicos será se carácter social".