Ruta: de Soria a Garray por el Duero

El Duero es el protagonista de la ruta de este mes. Recorriendo sus márgenes, visitamos lugares con solera en la provincia, al tiempo que paseamos por bellas imágenes otoñales que parecen una postal. Nuestra aventura comienza -en esta ocasión- en Soria capital, más en concreto en el aparcamiento de los Arcos de San Juan de Duero, justo al lado de El Fielato. Antes de tomar el sendero que nos llevará a nuestro destino, hacemos una parada en este monasterio declarado monumento nacional en 1882. Su claustro, una auténtica joya con arcos románicos, mudéjares y árabes, atrae cada año a miles de visitantes de todas las partes del país. Por tan solo un euro se puede conocer este claustro único de la arquitectura española y europea (se paga en la puerta).

Tras esta parada, emprendemos nuestro camino hacia Garray. Durante los primeros kilómetros, empleamos la margen izquierda del Duero. En este primer tramo del recorrido, presenciamos varias bandadas de patos en las tranquilas aguas del río. La garza real, la polla de agua, el ánade real, el martín pescador y el cormorán grande son las aves acuáticas más frecuentes en una zona muy bien señalizada con carteles informativos.

Sin salirnos del sendero, vemos la antigua fábrica de harina, unos metros antes de cruzar el puente del Perejinal. Precisamente, en esa ubicación se encontraba una presa, de la que ahora tan solo quedan unos restos, que formaba parte del conjunto de obras hidráulicas que se diseñaron para abastecer de agua a la harinera.

Cruzando dicho puente, nos colocamos en la margen derecha del río en la que se pueden presenciar anfibios como el sapo partero, la rana común o la ranita de San Antonio, entre otros. Los mamíferos también habitan este lugar. No es raro ver de lejos algún jabalí.

Siguiendo nuestros pasos, nos adentramos en unas pasarelas que finalizan en un puente colgante de unos pocos metros. Atravesándolo, nos encontramos en el puente de la variante norte de Soria, que nos sitúa en el ecuador de nuestro recorrido.

Volviendo al sendero, continuamos hasta la zona del Arenalejo. Acompañados por nuestros guías de cabecera, Ángel Campos y Manolo Ciria, desembarcamos en el medidor de aguas de la Confederación Hidrográfica del Duero y en la depuradora de Garray. Esta construcción es una indicación de que nos estamos acercando a la localidad garreña.

Numancia, una joya

En estos últimos metros, tenemos la fortuna de apreciar Numancia a lo lejos, en el alto del cerro de la Muela (su posición era estratégica, ya que permitía ver quién llegaba por los diferentes caminos que confluyen a orillas del Duero). Este símbolo de la resistencia y de la lucha por la libertad es el yacimiento arqueológico que mayor información ha aportado sobre el mundo celtibérico. Recientemente, han continuado los trabajos en este lugar tan importante de la provincia con el descubrimiento y excavación de su necrópolis. Cada año, la Asociación Tierraquemada homenajea la historia de Numancia con una representación, en la que participan centenares de personas, en la que se muestra cómo se defendió la ciudad celtíbera contra Roma.

Tras este parón histórico, seguimos con nuestra ruta, entrando a Garray por la antigua fábrica de Harinas Tejedor. Una vez pasamos todas sus naves, accedemos al parking de caravanas y atravesamos un puente que nos da la bienvenida a Garray. En esta localidad, podemos presenciar la iglesia parroquial de San Juan del s. XVI. Construida posiblemente sobre otra de estilo románico, el actual templo conserva su pila bautismal y la portada de medio punto.

La ermita de los Santos Mártires es otro de los monumentos que no te puedes perder. Declarada Bien de Interés Cultural, esta construcción estuvo dedicada a San Miguel, constituyendo una muestra del románico tardío de la provincia. Acoge reliquias -traídas de Roma- de los mártires y santos Nereo, Aquileo, Domitila y Pancracio de los primeros siglos del cristianismo. El puente que pasa por el Duero, construido en el s. XVI, también llama la atención de propios y extraños con sus 16 arcos apuntados -fue construido sobre otro anterior-.

Después de visitar estos rincones de Garray, nos volvemos a poner en marcha para regresar a Soria capital, hasta acercarnos al Perejinal. Entonces, en una bifurcación, pasamos al camino de la derecha para transitar junto a las murallas de la ciudad. De la época medieval, contaban con 4.100 metros de longitud y encerraban una superficie de unas 100 hectáreas (las dimensiones podrían coincidir con las de la antigua muralla de Jerusalén). Soria decidió construir esta muralla tras el ataque de Sancho VII a comienzos del S XII. Sin embargo, José Joaquín Durán ordenó su derribo en la Guerra de la Independencia, quedando demolida el 30 de diciembre de 1812.

A pesar de ello, algunos tramos, que han sido restaurados en los últimos años, han llegado hasta nuestros días, dándonos la oportunidad de presenciar esta auténtica joya cultural y arquitectónica del pasado. Alcanzando los últimos metros de nuestra expedición, vislumbramos el Peñoncito. Esta roca fue un lugar popular muy frecuentado en verano para el baño en las aguas del río Duero, al que todavía acuden no pocas personas.

Luego, llegamos a un puente de piedra de la ciudad que cruzamos para regresar al aparcamiento de los arcos de San Juan de Duero, ubicación en la que hemos aparcado nuestro vehículo. Sin embargo, todavía no nos montamos en él, ya que todavía nos queda por hacer una última y romántica parada.

Nos adentramos en el camino que existe enfrente de la explanada de tierra de ‘El Fielato’. A tan solo 70 metros de este lugar nos encontramos con la recreación de un cementerio medieval templario, inspirado en la leyenda de ‘El Monte de las Ánimas’ de Gustavo Adolfo Bécquer.

Aunque no tiene validez histórica, trata de evocar el conocido relato del escritor romántico, una trágica historia de amor vivida por los personajes Alonso y Beatriz la noche de Todos los Difuntos. A su lado, encontramos un esqueleto gigante que nos da la bienvenida a ese mágico espacio tan peculiar y que evoca una ánima.

Con todo ello, ponemos el punto y final a esta ruta de 13 kilómetros que nos ha trasladado a varios lugares emblemáticos y sugerentes del entorno de la ciudad de Soria. Cultura, historia, arquitectura, naturaleza y literatura se dan la mano en este trayecto tan transitado por los sorianos en su día a día.

Como sabéis, si queréis conocer más propuestas, tan solo tenéis que acceder a la sección ‘Rutas’ de nuestra web, Soria Noticias. Más de 100 aventuras te esperan para que puedas realizarlas con nuestros consejos. Además, la web ‘Soria ni te la imaginas’, de la Diputación Provincial, te muestra otros tesoros de la geografía soriana y te ofrece toda la información necesaria para perparar tu viaje y disfrutar al máximo de la provincia de Soria.