Intangibles

A veces das una rueda de prensa, preparas unos presupuestos alternativos o grabas un video sobre un tema que consideras vital; sin embargo la repercusión que consigues en la sociedad soriana no alcanza hasta donde consideras que sería lógico: pedir la dimisión de Carlos Martínez, Benito Serrano o Yolanda De Gregorio no es suficiente para tener no ya una portada, sino ni tan siquiera a veces la noticia publicada aunque sea de temas tan importantes como quedarnos alejados del último tren para industrializar Soria en el Cylog de Valcorba, derrochar el dinero público en el aeropuerto fantasma del PEMA o denunciar una nueva subida injustificada de impuestos para seguir avanzando en una ciudad cara, incómoda e insegura para vivir, donde las cámaras se colocan para vigilar al conductor soriano pero no para prevenir y esclarecer el delito en las calles, como hacen en cualquiera de las provincias limítrofes sin mayor problema.

Es lógico entonces preguntarse si realmente es posible combatir ese bipartidismo que acuna en el abandono a esta provincia o si el esfuerzo ímprobo te hará llegar a la orilla. Menos mal que además del ineludible compromiso con tantos sorianos que confiaron en nosotros están los intangibles: saber que defiendes valores y principios en desuso pero que es ahora cuando más urge defenderlos.; y por supuesto, ese momento cuando alguien por la calle se te acerca y te dice: “qué huevos le echáis, lo estáis haciendo bien, seguid así porque hay que echar a estos que no miran por Soria”. Entonces el frío soriano es menos frío, y piensas en lo que ocurre en Europa donde dan los últimos estertores la izquierda actual y la socialdemocracia.

Empecemos el 2025 renovados de verde esperanza, el futuro nos traerá buenas noticias; no será sencillo ni rápido, pero que nadie desfallezca.