Un ninguneo injustificable y embarazoso 

La Junta de Castilla y León se ha puesto ella sola en el ojo del huracán con un bochornoso ninguneo a la provincia de Soria en su plan logístico 2030. Esta vez, el olvido va más allá de un proyecto concreto que no sale en los presupuestos o de un centro de salud que tarda más de lo previsto en realizarse. En este caso, se trata de algo que puede afectar gravemente al medio y largo plazo de la industria en la provincia, dejándola nuevamente aislada del futuro. Presentar un plan con un horizonte temporal amplio y olvidarte de una de las nueve provincias es algo inexplicable y, sobre todo, bastante evitable. Sale también escaldado del asunto el PP de Soria que ha demostrado no tener la suficiente cintura para atajar la polémica. El agravio es tan mayúsculo que no hay posibilidad de que, al menos, algunas de las demandas lanzadas desde Soria sean incluidas en las próximas semanas en los papeles. Al final, en este caso no se trata, todavía, de millones, sino de intenciones; y los populares sorianos deberían haber hecho las llamadas necesarias y haberse sumando el tanto de una futura rectificación de la Junta. Pero veamos lo que ha pasado.

En estas líneas hemos hablado, en otras ocasiones, de la necesidad de Europa de reindustrializarse y de independizarse en un mundo cada vez más autárquico y proteccionista. La UE tiene que volver a producir y tiene que lograr no depender de agentes extranjeros en materias como la defensa, la alimentación, la energía o las tecnologías. Campos que se han abandonado lamentablemente durante décadas y que ahora condenan al club de los 27. En ese marco, se impulsan la creación de los corredores ferroviarios europeos. Una red que permita unir las producciones de todo el continente y transportarlas de manera eficiente y lo más respetuosamente posible con el medio ambiente. Objetivo, quitar camiones usando mucho más el tren para transporte de mercancías con centros logísticos interoperables, donde los contenedores vayan en tren de un lado a otro y los camiones solo se usen para la 'última milla'.

Quienes no puedan unirse a esta red quedarán no solo aislados sino también estigmatizados en un par de décadas. Aislados porque sus productos serán menos competitivos por un transporte más caro; y estigmatizados porque el futuro nos lleva a que uno de los factores de decisión del mercado será cuánto de respetuoso es un producto con el medio ambiente. Una etiqueta, como la que ya existe sobre la salubridad de los alimentos actualmente, que condicionará la decisión de compra de una sociedad cada vez más vigilante con la sostenibilidad y la elección de los grandes productores, distribuidores y proveedores. Así las cosas, ya hay empresas sorianas que, desde luego, no se pueden plantear una expansión de sus centros de producción en un territorio sin saber cómo quedará de aislado o de conectado con esta red. Tampoco será fácil convencer a las nuevas que tengan que venir y algunos ya alertan que, de materializarse este nuevo aislamiento, el mercado podría obligarles a relocalizar su producción fuera de la provincia.

Nada dice el plan logístico de cómo solucionar este problema para Soria. Tal vez porque todo Castilla y León se ha enfocado en unirse al corredor Atlántico (que viene desde Oporto y Galicia hacia el país vasco por Valladolid y Burgos o con ramales hacia León) y se ha olvidado, como en otras ocasiones, de ese pequeño apéndice que cuelga separado a la derecha del mapa de Castilla y León llamado Soria.

La provincia necesita al menos dos proyectos como el comer. El primero para unir los polígonos de Valcorba y del PEMA con esta red de corredores mediante un uso industrial de la línea entre Soria y Madrid (que para eso tendrá que ser electrificada y adaptada), y mediante una futura reapertura en las mismas condiciones de la Soria Castejón (que, aunque escuchando el habitual triunfalismo socialista parece ya una realidad, anda no ya en pañales sino en un estado embrionario).

El otro proyecto es más sencillo, aunque políticamente pueda costar porque afecta al siempre olvidado sur de Soria. Se trata ‘simplemente’ de lograr una parada en territorio soriano del corredor que une Algeciras con Madrid y la capital con Europa vía Zaragoza y Barcelona. Un corredor que irá paralelo a la A2 y que, como está, pasará por territorio soriano. Aunque viendo lo poco que hemos aprovechado el paso de esa carretera radial... Arcos de Jalón (y ahí deberían apoyar todos los pueblos de la zona) sueña con un puerto seco. Eso es algo más que una parada logística y un órdago a grande. Conseguirlo no será fácil (porque implica crear un espacio que funcione como frontera, con control de aranceles, impuestos…) pero sería un triunfo histórico por el que vale la pena pelear.

El problema, el de casi siempre, es que en estos dos asuntos es necesario el impulso sin fisuras de la Junta y la participación decisiva del Estado. Vamos, que hace falta que PP y PSOE se comprometan a la vez y de verdad por Soria. La Navidad es época de milagros.