Artículo de opinión de Vanessa García, procuradora de Soria ¡Ya!
Para muchos sorianos son días de volver, de regresar a la casa de los padres, de los abuelos, de revisitar lugares comunes, de encontrarse con hermanos, primos, amigos en los que el paso del tiempo va haciendo más o menos mella. Son días de estruendo de maletas, de autobuses y maleteros abarrotados, de recibimientos y reencuentros familiares, de risas y lágrimas, de recuerdos, nostalgias, deseos y alguna que otra silla vacía.
Volver estos días de Navidad a los rincones de la infancia que quedó aparcada en la dársena de una estación de autobuses, supone pausar el tiempo por unos días y recuperar escenas de una rutina ajena el resto del año, por lo que se pasa casi de puntillas como para no hacer ruido. Por eso, recorrer estos días las calles y plazas de cada rincón de Soria supone un chute de alegría. Iluminan más las caras que hace tiempo que no vemos que las propias luces de Navidad.
Soria es tierra de diáspora, escenario del que salen los hijos en busca de oportunidades, sabiendo que es probable que no regresen más allá de la visita navideña y poco más. Somos una provincia en la que más de la mitad de los que han nacido aquí han emigrado; en la que 8 de cada 10 estudiantes universitarios sorianos se marchan a otros lugares para seguir formándose. Somos gente de espíritu trashumante porque no nos dejan otra salida.
Y estos días volver se convierte en un regalo, a pesar de las distancias, de los pocos horarios de autobús y tren, de las carreteras, no cuesta regresar y ver cumplido un anhelo que dura todo un año. Un regalo que muchos sorianos seguro que cambiarían por un viaje que sólo tuviera ida, sin vuelta, con la oportunidad de poder elegir, esta vez sí, quedarse. Ser una vez más el niño o la niña que se fue e imaginar aquellos días en los que no hacía falta volver.
Aprovecho para, en nombre de todos los que formamos parte de la Plataforma Soria ¡YA!, felicitar la Navidad a los sorianos y sorianas de aquí y allí, y a los lectores de Soria Noticias, y esperamos que 2025 haga realidad todos sus deseos y reivindicaciones.
¡Felices Fiestas!