Los pequeños de la localidad salen a la calle en un día festivo para todo el pueblo.
Como es tradición al comenzar el año, Martialay volvía a revivir el recorrido por sus calles protagonizado por los más pequeños para pedir el aguinaldo a sus paisanos.
Día festivo, como cada primero de enero, en la localidad perteneciente a Alconaba donde los menores comprobaban el nivel de generosidad vecinal, que siempre notable, para regocijo de mayores y no tanto.