Tras obtener el título superior en este instrumento, cursa ahora estudios de Pedagogía, que concluirá próximamente. Su proyección ya es internacional.
En alguno de los textos escolares del anterior régimen, y para ensalzar el orgullo patrio, se hacía referencia al carácter y virtudes de las gentes de cada región española. En estas líneas la protagonista es Valencia, cuyos moradores, negro sobre blanco entonces, se decía algo parecido a su predisposición artística, amantes de la música y de carácter simpático y alegre.
Bien es verdad que la música y los valencianos mantienen de siempre una ligazón especial, con bandas y orquestas poderosas que son referencia en el Levante.
Allí está Aarón Ruiz del Río, de Ágreda. Uno de esos jóvenes que su vocación musical le llevó a acudir a aquellas tierras para cursar estudios de trompeta. Su padre, Benito, componente de la Banda municipal de la localidad del Moncayo y que también compone una charanga, fue quien hizo saltar esa chispa que Aáron de muy de niño, llevaba dentro. "Eran fiestas e insistí en que me comprasen una trompeta de plástico, de esas de juguete. Mi padre le aplicó una boquilla de verdad y me puse a soplar 'pedorretas'. Ahí empezó todo", recuerda.
El ya graduado superior en este instrumento, se halla ahora cursando estudios de Pedagogía, que conluirá pronto. Algo nada fácil, habida cuenta de la intensa vida musical a la que está entregado. Su formación musical fue en ESMAR, la Escuela Musical de Alto Rendimiento, ubicada en la localidad valenciana de La Pobla de Vallbona.
Su currículo se despliega, activo, en diversos capítulos. Con cierta humildad, desgrana que es miembro de la banda musical más antigua de España, el Ateneo Musical y de Enseñanza Banda Primitiva de Lliria y hace lo propio en la orquesta de dicho centro. "En Valencia, la cultura es muy diferente a lo que podemos tener en Soria. Aquí la banda tiene su propio local, con su teatro, cafetería... es una institución".
Además de ello, su aptitud le hace ser integrante de la Orquesta Filarmónica de la Universidad de Valencia, a la que le aguardan actuaciones en Zaragoza, Barcelona y Dijon (Francia). También ha colaborado con la orquesta de la Universidad de Pamplona y, tras conseguir plaza por oposición, pertenece a la Joven Orquesta Europea, de nombre Ferruccio Busoni, con sede en Italia, adonde acude dos veces al año y ocupa el puesto de solista. "La verdad es que no me queda tiempo para mucho", indica.
Su formación con la trompeta sigue su curso, para continuar perfeccionándose, siendo distintos los tutores de renombre de quienes recibe clases, como Miguel Cerezo y Andrés Micó, ex solista de la Sinfónica de la Comunidad de Madrid, con sede en el Teatro Real de la capital de España. Ha recibido nociones también de Rubén Marqués, prestigioso intérprete con este instrumento al igual que lo ha hecho con Pacho Flores y otros solistas con renombre internacional.
Su agenda se ve prácticamente desbordada, "no hay fin de semana en el que no tenga algo", comenta, a la vez que, sin vanagloriarse, mantiene su confianza en que su futuro pasa por este instrumento. "Doy clases con muchos profesores y me dicen que me ven madera, pero tampoco quiero dármelas de nada", apunta.
"Se trata de trabajar y trabajar y a ver hasta dónde llegamos", dice, con naturalidad, con la mirada en el día a día, buscando la excelencia en un mundo en el que, como en otras profesiones, hay una gran formación y se busca a "quién puede dar más de sí".
Y a mayores, le da la vida estar en una charanga, donde general y curiosamente, lleva la percusión, aunque en certámenes actúa de solista. La agrupación, 'Txaranga telotocotó' ya ha obtenido reconocimientos en varios certámenes.
Al hilo de certámenes, su orquesta de Lliria ha venido logrando primeros premios en los últimos años en convocatorias de renombre, actuando como solista orquestal.
En la actualidad, Ruiz se halla en otro proyecto, un quinteto de metales, donde "estamos muy ilusionados" con el que va sumando experiencia mirando hacia un tiempo, el venidero, que asume, a sus 22 años, sin temor y con sencilla confianza.