El secretario de Estado de Medio Ambiente del MITECO, Hugo Morán, asegura que hay "una expectativa cierta de que la ejecución de la obra pueda licitarse la obra a lo largo de este periodo presupuestario".
Este verano se desbloqueaba la obra de la presa del río Mayor, ubicada en Tierras Altas, tras más de seis años de parálisis por un conflicto con la empresa adjudicataria. El Consejo de Estado daba entonces luz verde al Ministerio para proceder con la rescisión del contrato con la empresa y se reactivaba un proyecto más que demandado por vecinos y empresas en la zona.
El propósito era retomar cuanto antes los trabajos para completar una infraestructura adjudicada en septiembre de 2017 a una UTE por 3,7 millones de euros. Según ha confirmado el secretario de Estado de Medio Ambiente del MITECO, Hugo Morán, recientemente acaba de concluir la redacción del nuevo proyecto, que ha incrementado el presupuesto hasta los 12 millones de euros. Ahora debe pasar los trámites de supervisión técnica, para que en "dos o tres" meses pueda concluir. Morán ha asegurado que tienen "una expectativa cierta de que la ejecución de la obra pueda licitarse la obra a lo largo de este periodo presupuestario".
Más de veinte años llevan esperando los vecinos de San Pedro Manrique la Presa del Río Mayor. Una reivindicación histórica que parecía estar convirtiéndose en realidad y que se truncó de repente al quedar en el aire un proyecto imprescindible para el bienestar de los vecinos y el desarrollo industrial y productivo de una zona ligada especialmente a la agroalimentación.
Esta obra, enmarcada en el Programa de Medidas del Plan Hidrológico de la Demarcación Hidrográfica del Ebro, se materializó en 1999. El objetivo era mejorar el abastecimiento de San Pedro Manrique y sus pedanías, tales como Palacio de San Pedro, Ventosa de San Pedro, Matasejún y Tanice, además de Montaves y Húerteles, pertenecientes a Villar del Río. El Ayuntamiento de San Pedro firmó un convenio con la Junta de Castilla y León para la distribución de aguas. El estado debería encargarse de la construcción de la presa y la Junta, posteriormente, de la conducción del agua hasta todas las localidades que la precisaban.
Fue en julio de 2017 cuando la obra fue adjudicada por 3,7 millones de euros, con una baja de casi el 40%. El plazo de ejecución se fijó en los 18 meses y parecía que todo avanzaba a buen ritmo. Para finales del verano de 2018, la Presa ya contaba con la canalización del desvío del río y la presa situada aguas arriba que permitía evacuar el caudal del río hacia esta canalización, excavaciones en los estribos y la zona central de la presa, etc, obras que ascendían hasta el millón de euros. Pero tras fijar la cimentación se produjo en noviembre de ese mismo año la paralización de la obra.