Los vecinos de Los Royales en pie de guerra amenazan con denunciar al Ayuntamiento. Mínguez señala que “las molestias las tendrán que sufrir en un barrio u otro” y recuerda todos los aspectos positivos de las mismas. La opción de no celebrarlas está encima de la mesa ya que actualmente no existe contrato en vigor con los feriantes.
La nueva ubicación de las ferias (cochecitos, atracciones, puestos de comida, tómbolas…) de San Juan continúa generando polémica. Una encrucijada a la que se llega tras la licitación de la plantación de arboles en el parking de Los Pajaritos, la propuesta de traslado a la parte final de La Barriada rechazada por los feriantes y el estudio de nuevos espacios donde poder acogerlas en la ciudad.
El espacio que más enteros había ganado en los últimos días era el final del barrio de Los Royales, en las calles Marques de Ahumada y Elio Antonio de Nebrija, pero los vecinos se han puesto en pie de guerra cuando han visto desde su ventana los feriantes inspeccionando el terreno y se han lanzado en tromba contra el consistorio, antes incluso de que la decisión sea definitiva.
Así, los acontecimientos se han precipitado en las últimas horas. Los grupos de WhatsApp y las diferentes comunidades de la zona muestran un frontal rechazo a esa ubicación. Un rechazo que ha quedado plasmado en un documento presentado esta mañana en el consistorio en el que hablan de “ruido excesivo”, “contaminación lumínica”, “dificultades de aparcamiento”, “suciedad y deterioro del entorno” y hasta de “aumento de los botellones, el vandalismo y los conflictos vecinales”. El texto, que puede verse en los archivos adjuntos de esta noticia lo firma la Comunidad de vecinos de la Calle Elio Antonio de Nebrija, 9
Quejas que, a buen seguro, tienen una parte de razón, pero también un cierto cariz egoísta. Si se quiere feria, esas molestias se van a dar en un barrio u otro y tanto derecho tienen los vecinos de Los Royales como los de La Barriada o los de Los Pajaritos, que llevan ‘sufriéndolas’ más de una década, venía a señalar el alcalde. Como en tantas otras cosas, todos queremos que existan, pero no en la puerta de nuestra casa.
El documento presentado por los vecinos pide que las ferias se ubiquen en La Barriada o realizar una consulta vecinal, incluso se llega a advertir al consistorio de “acciones legales”. Las quejas han llegado al pleno celebrado en la capital y el alcalde se ha mostrado sorprendido y disgustado por “la celeridad del movimiento ciudadano para venir con amenazas de denuncias”.
Y es que, según ha explicado Carlos Martínez la ubicación ni si quiera está decidida y se están analizando “diferentes entornos”. Señala que este estudio se está haciendo “con pleno diálogo con los feriantes, la policía local y con los entornos que se están analizando”. Señala Mínguez que se están estudiando todos los espacios con las dimensiones suficientes para albergar el recinto ferial e insiste en que todavía no hay una decisión tomada.
El alcalde ha comprometido la búsqueda del “máximo consenso” y las acciones para “minimizar el espacio negativo”, pero ha insistido en su sorpresa tanto por la falta de “empatía” como por el afán de “meter cizaña” que, asegura, ha notado en las últimas horas. “No empecemos a prender llamas determinados entornos de la ciudad que ya estamos demasiado crispados como para generar incendios que no llevan a ninguna parte”, pedía. El alcalde también señalaba que además de las molestias que se puedan generar las ferias también generan muchos impactos positivos en diferentes ámbitos.
Así, Carlos Martínez incidía en que las molestias “las tendrá que soportar un barrio u otro” por lo que pide “un mínimo ejercicio de empatía y de convivencia” porque “si queremos tener feriantes durante las fiestas tendremos que soportar lo que ello conlleva un barrio u otro”. Un aviso que venía acompañado de la petición no mirar “única y exclusivamente por lo propio”.
Con todo, y aunque la intención es que cochecitos, bingos, atracciones y bares lleguen a Soria por San Juan, Mínguez ya ha avisado en el pleno que “se puede tomar la decesión de no hacer feria”. Una opción que está “encima de la mesa”, retomando un debate que ya se habría hace varios años y donde “la ciudadanía se manifestó que quería feria”, recuerda Mínguez.
No celebrar la feria si no se encuentra un lugar adecuado, aunque sería una decepción sobre todo para los más pequeños de la ciudad, no supondría ningún prejuicio para el consistorio. Esto es así porque no existe actualmente “compromiso contractual” con los feriantes, informa el primer edil ya que el que ha estado en vigor estos últimos años ha caudado. Ahora, ambas partes tienen hasta el 31 de marzo para ejecutar la prórroga del mismo, cosa que podría no llegar a producirse si no se encuentra una ubicación.
Documentos adjuntos