El Numancia, coprotagonista de una de las supersticiones más locas del fútbol español

El fútbol tiene supersticiones muy curiosas que superan cualquier tipo de expectativa. A los rituales de no tocar la copa antes de la final o de no pisar el escudo del rival antes de un partido importante, se unen historias de lo más llamativas protagonizadas por escuadras de primera talla mundial.

En Lisboa, los aficionados del Benfica todavía se siguen lamentando el despido del entrenador, Bela Guttman. Tras finalizar su relación con el conjunto luso en 1962, el preparador húngaro lanzó una maldición: “En 100 años no ganaréis ninguna Copa Europea”. Desde entonces, los lisboetas han perdido en las ocho finales que han disputado, llegando incluso a viajar una expedición hasta la tumba del técnico para llevarle un ramo de flores para romper el hechizo.

La Selección Francesa de 1998 tampoco fue ajena a uno de estos rituales en el Mundial que se disputó en su país. A pesar de ser uno de los combinados con mayor talento de las últimas décadas, los jugadores galos apostaban todo a besar la calva de su arquero, Fabian Barthez. Antes de cada partido, era obligatorio que el central, Laurent Blanc, llevará a cabo ese gesto. Siguiendo esa dinámica en todos los choques, los galos se proclamaron campeones del Mundo.

26 años después de ese torneo mundialista, el Numancia, casi sin querer, se convirtió en el coprotagonista de una historia de superstición de estas características en la final por el ascenso a Primera RFEF frente al Yeclano.

La esparraguera de la suerte

El periodista, Aitor García, sacó a la luz ayer en su cuenta de Twitter la historia de la esparraguera de la suerte del estadio de La Constitución. El conjunto murciano compró el año pasado una planta que cambió la historia del club. Desde su llegada al campo, los yeclanos encadenaron 13 partidos consecutivos sin perder, ascendiendo en los play off de ascenso frente al Numancia.

Tras perder en Los Pajaritos por 2-1, los murcianos igualaron la eliminatoria en la ida, ganando el encuentro por 2-1, forzando la prórroga. En ella, los sorianos tuvieron ocasiones clarísimas. Sin ir más lejos, Mosutapha falló bajo palos un disparo de Alayeto en el último minuto que hubiera supuesto el ascenso de los rojillos a la tercera categoría del fútbol nacional. ¿Tendría algo que ver el poder de la esparraguera?

Después del pitido final, jugadores y afición del Yeclano saltaron al terreno de juego para festejar su hazaña. No obstante, durante las celebraciones la famosa esparraguera de la suerte despareció. Desde entonces, los murcianos dejaron de ser tan fiables en casa hasta este fin de semana. Cuando un miembro del club se dio cuenta de que la planta no estaba en el estadio, no dudo ni un segundo de ir a comprar otra. Dicho y hecho. En el primer partido de este amuleto de la suerte en La Constitución, los de Adrián Hernández ganaron a un filial del Sevilla que llegaba como el equipo más en forma del grupo II de Primera RFEF.

Después de dar a conocer esta historia, el Twitter de Aitor García se lleno de aficionados del Numancia que afirmaban irónicamente haberse llevado la esparraguera de la suerte para que su club emule los pasos de los murcianos y logre el ascenso esta temporada.