Kindergarten en Minnesota: Aprender enseñando

Mario García González es un joven de 32 años que está trabajando en Estados Unidos (Minnesota), como profesor en un colegio. “Una vez eres maestro, las posibilidades que hay en España y en Soria, es hacer unas oposiciones o buscar colegios que sean privados o concertados. Ir al país norteamericano no estaba dentro de mis planes. Acabé la carrera y me apunté a un programa de intercambio de profesores en el extranjero. Me dijeron que el destino era Estados Unidos, que el colegio que me contactó estaba en Minnesota, y ahí me fui. No fue algo programado, y ya sabía que no iba allí a vivir el sueño americano”, señala García.

Mario no fue muy buen estudiante. Acudió al centro Infantes de Lara, luego al Virgen del Espino, y el Bachillerato lo realizó en el IES Castilla. “Algo que siempre he pensado, es que yo quería ser diferente a los profesores que había tenido. Dije que, si yo llegaba a serlo, iba a ser diferente en la manera de enseñar, de apoyar al niño. ¿Tienes problemas en esto? Vamos a buscar una solución”, comenta.

Para este emprendedor docente, su viaje a Minnesota pretendía ser una simple experiencia laboral y personal, pero este va ser su cuarto curso escolar. “Iba a ir un año para ser ayudante de profesor, primero observando lo que se hacía, luego siendo un poco más protagonista, hasta terminar siendo el profesor y que el resto de los profesores me evaluaran a mí, y vieran de qué manera había absorbido las metodologías y la manera de trabajar en el colegio”, dice.

La llegada del Covid-19 fue agridulce para Mario. Por un lado, tuvo que volver a España porque se paró el proyecto de EEUU. Por otro lado, también gracias al Covid, el colegio donde estaba necesitó profesores online, y contactaron con él para trabajar desde España. Finalmente, le dieron la oportunidad de dar clases de manera presencial y Mario García decidió irse de nuevo a Minnesota, donde continúa ejerciendo la docencia.

La educación en Minnesota es bastante diferente a la de España. Allí cuentan con un certificado IB, es decir, un reconocimiento al que puede optar el colegio y que le da un gran valor. “Allí se imparte una educación en valores, de manera internacional, respetando culturas, ideas y diferencias entre personas, algo que te ayuda a ser una persona íntegra, a saber escuchar, a conocer y ver diferentes perspectivas de las cosas”, explica Mario. “Es un aprendizaje a través de la experimentación, de la observación, de la escucha y la práctica. Es lo que a mí me gusta y no tuve como estudiante”, añade.

Un día de Mario en el colegio -él está en ‘kinder’ (Infantil en España)- se divide en diferentes tiempos durante la mañana. El primero se utiliza para crear comunidad, compartir y conocerse entre todos. “A nosotros nos gusta mucho contar y a los niños saber de dónde vienes. Al principio de curso, utilizamos ese tiempo de compartir con un ´todo sobre mí´, donde yo cuento cosas de España y de Soria, de mi familia, de lo que me gusta hacer, de la gastronomía…”, indica. “Además, ahora lo que se utiliza mucho es ´google earth´. Les enseño donde vivo mediante el globo terráqueo, pongo Soria y ven cómo se mueve y cómo lo busca. Puedes buscar diferentes puntos de Soria o de España para que vean donde has estado”, dice. El siguiente tiempo es ´de especialidad´, que puede ser música, arte o educación física, que lo dan en inglés, mientras que el resto es en español, ya que es un colegio de inversión.

Otra de las diferencias con los colegios españoles es que, por ejemplo, “trabajamos por proyectos, aprendiendo un poco sobre las ciencias naturales, las ciencias sociales, educación en valores (de manera transdisciplinar), etc. La experiencia de salir a trabajar fuera de tu zona de confort es algo que te cambia la vida. Mario destaca la independencia total -aunque ya ha vivido solo en España-, pero, al final, “el estar lejos de casa y no tener la ayuda de tus padres te hace ser inevitablemente independiente. Sentir esa soledad -a la larga- te ayuda a saber dónde estás, a valorar, a querer seguir avanzando y a pensar en diferentes caminos”, subraya.

“La vida allí te da anécdotas, como que un niño vaya disfrazado de trozo de pizza con pepperoni a clase en Halloween, ya que para ellos es como el carnaval”, remarca. Pero, también, Mario tuvo que escapar de un tiroteo en la feria del Estado de Minnesota. “De repente, vimos una estampida de gente corriendo hacia nosotros. Hubo muchas especulaciones, desde que había sido un animal hasta que podía haber sido un tiroteo. Ya más en calma, a los dos minutos empieza a correr de nuevo la gente, por lo que nosotros decidimos correr también. Todos gritaban ´vamos a morir´ Por suerte, había sido un tiroteo entre dos bandas”, relata Mario.

Por un lado, algo de tranquilidad pensar que no era una persona que iba disparando a diestro y siniestro, “pero también hace replantearte la seguridad del país en el que te encuentras. En el colegio tenemos simulacro de incendios, uno de tornados y el de que hay una persona ajena que entra al colegio”, informa.

La clave para explicar esto, según Mario, “es intentar tocarles a los niños un poco la sensibilidad, diciéndoles que su papá, mamá o abuela confían en que van a estar seguros. Un país que permite armas al final no es seguro, pasan muchas cosas. Crees en el aprendizaje y en la experiencia. Además, en un colegio de niños pequeños no hay tantos problemas, los traumas empiezan más en el instituto”, sentencia.

Planes futuros

La intención del joven Mario García es, a corto plazo, volver a España. “Este año voy a estudiar la mención de pedagogía terapéutica -educación especial-. Y ahora, el estar con niños, me ha descubierto que ver diferentes necesidades es algo de lo que me gustaría saber más”, remarca.

Volver a Soria -la ciudad que más le gusta en el mundo- y trabajar aquí es su intención, ya sea en un centro de inclusión, en el que puedes tener niños autistas o de altas capacidades, estando de apoyo al profesor, o también en un centro dedicado enteramente a la educación especial como puede ser el centro Santa Isabel o el Camp Ángel de la Guarda.